Mariposas en la Luna

3. Orquídeas.

No entendía qué me estaba ocurriendo. Todo estaba negro, pero se escuchaban voces lejanas, ¿me había desmayado? Perfecto, y seguro delante de todos. Ya lo esaba viendo, todo el mundo cotilleando sobre mí.

Poco a poco, fui abriendo los ojos. Estaba en una camilla dentro de la enfermería de la facultad. Me dolía la cabeza y aún estaba algo mareada, pero pude moverme un poco y fue cuando vi a Sarah. Esta inmediatamente se levantó y fue hacia mí.

Sarah: Vaya, vaya. Por lo que veo ya empiezas a dar guerra, eh. -Dijo sonriendo, y con cariño me despejó un mechón del pelo que tenía en la frente, a lo que yo sonreí.

Jaz: ¿Qué ha pasado?

Sarah: De repente te desmayaste. Si no hubiera sido por la profesora Anderson no sé qué habría pasado. Parecía que se lo había olido el que te desmayaras.

Jaz: ¿Por qué lo dices? -Dije mientras me ponía mejor en la cama y me sentaba para así escucharla mejor, o al menos, tener una perspectiva mucho mejor de ella.

Sarah: No sé tía, estaba súper cerca y mirando muchísimo. Como que sabía que ibas a estar pronto en una situación apurada. No me hagas mucho caso de todas formas, seguro fue impresión mía.

Lo cierto era que recordaba cómo alguien me cogía en brazos y me ayudaba, pero ni en sueños podría pensar que era Cate. De repente, una voz conocida hizo que amba mirasemos a la puerta. Allí estaba ella, con un semblante serio y regio, como mismo estaba con la clase hacia unos minutos.

Cate: Disculpe, señorita. ¿Me dejaría un momento a solas con ella? No le robaré mucho tiempo.

Sarah salió de la habitación y cerró la puerta tras de si. Yo sin saber muy bien por qué me puse nerviosa. Era extraño todo aquello, y más cuando su actitud conmigo había cambiado. Parecía una montaña rusa. Cuando estaba arriba, todo bien, pero cuando estaba abajo... Ya no. Esperé a que ella misma hablase, ya que por mucho que estuviera confundida por ese acto, no leona a decir nada. Pero ella no se dirigía a mí, no me miraba. Estaba mirando por la ventana, como si estuviera pensando que decirme.

Jaz: Muchas gracias por traerme. - Dije yo por fin, ya que el silencio era algo que siempre me había puesto incómoda. Fue ahí que Cate me miró y parecía tener los ojos a punto de llorar. A esa imagen, solo pude quedarme quieta. Estática... Paralizada.-

Cate: Sigues siendo la misma patosa de siempre... -Soltó en un tono dulce, casi cariñoso y haciendo referencia al pasado. Se acercó y se sentó en la cama.- ¿Cuántas veces hay que decirte que debes comer, Jazmine?

Jaz: ¿Cómo sabe usted que no comí? - Pregunté intrigada pues era extraño que la contraria supiera tanto de mí.

Cate: Supongo que en algún momento te lo podré decir, pero realmente no hay secreto. Una vez estuve mareada en mi... -Torció un poco la boca.- ... clase.

Jaz: Claro, entiendo... - Ambas nos quedamos mirando y de alguna manera, parecía que nos conocíamos bastante bien. Era extraño... La sensación de que compraría mucho más con aquella mujer se apoderaba de mí mente. Aquellos ojos oscuros los hacía visto más de una vez. No pudimos contener y ambas sonreímos.- Profesora, ¿está notando es...?

Fue entonces que la puerta se abrió y dio paso a mi padre. Frunci el ceño, no entendía por qué lo habían llamado y sobre todo, por qué había entrado de aquella forma tan brusca. Cate inmediatamente se levantó y sostuvo la mirada con él unos segundos. El clima de la habitación cambió y resultó un ambiente negativo.

Cate: Andrew, Jazmine está bien. Sólo ha sido un bajón de azúcar.

Andrew: Ya me lo ha contado la enfermera. Gracias, profesora. - Fui yo... O las voces sonaban de forma rara. Como si tuvieran algo malo que decir el uno del otro. Cate se volteó y me miró, esta vez muy seria. -

Cate: Nos vemos en clase, señorita. - Y desapareció.

Cuando se fue, mi padre cambió y me empezó a preguntar sobre cómo estaba, pero algo que me dejó algo confundida fue que me preguntó sobre Cate. Que no entendía por qué estaba en la universidad cuando se había ido y no sé qué más. Realmente, yo no estaba prestando mucha atención al tema ni a las preguntas, pues de camino a casa, en el coche miraba hacia afuera y no podía dejar de pensar en la sonrisa de Cate y en la extraña sensación que me hacía inundado cuando nuestras miradas conectaron. Sólo pensarlo... me hacía sonreír. ¿Qué estaba pasando?

[Orquídeas; un sentimiento puro, una mirada que incita a la sensualidad, pero que no deja de ser pura...

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¡HOLAAAAA! Espero que les esté gustando la historia, me encantaría saber si es así. Cualquier sugerencia, crítica y demás es bienvenida a los comentarios.

Esta semana subiré tres más para ir conociendo más la historia de Jazmine.

Un saludos, mi amores <3

#Jazmine como Adelaide Kane.

#Catherine como Lana Parrilla.

#Andrew como Ty Burrell.