21. Un palo y una sonrisa

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Cuando era chica, mi mamá nos decía a mis hermanas y a mí que, si nos portábamos mal, nos iban a asustar, o que nos iba a buscar el viejo malo, o cosas como esas que las madres siempre dicen. Yo siempre me portaba mal, era bastante "mala", je, je.

Resulta que un día, no recuerdo qué hice, pero mi mamá estaba muy enojada conmigo. Sé que había peleado con mis hermanas, pero no sé bien qué fue. Entonces me dijo que por ser así me iban a llevar de los pies por la noche.

Esa noche, tuve una pesadilla. Soñé con una araña gigante que me subía por el pecho. Me desperté sintiendo el peso de la araña, muy asustada; me senté en la cama y miré por la ventana. Yo vivía en el medio del campo; mi casa estaba a un kilómetro de la casa más cercana. En esa época, no se usaban rejas en las ventanas y hacía mucho calor por ser verano, así que la ventana estaba abierta.

Vi entrar a un hombre por la ventana, vestido de negro, con un sombrero negro y un palo en la mano. Sonreía, es lo único que podía ver en la oscuridad, con la luz de la luna: su silueta y su sonrisa. Caminaba por la orilla de la pared, despacio. Yo llamaba a mi mamá gritos. Ella apareció en la puerta dispuesta a prender la luz. El hombre seguía ahí e iba caminando hacia ella ahora, sonreía y se ponía un dedo en la boca pidiéndome silencio. Cuando llegó cerca de mi madre, levantó el palo que tenía en la mano, sin dejar de sonreír. Iba a golpearla, yo le gritaba que tuviera cuidado. De pronto, la luz de la habitación se encendió. El hombre desapareció. No había nada. Yo seguía llorando y le contaba a mi mamá. "Eso te pasa por mala", fue su respuesta.

Desde entonces, todo el tiempo escuchaba voces en mi cabeza. Me llamaban: "Daiana, vení". Hasta que esa voz, cuando tenía trece años, me llevó a una bodega abandonada. Subí hasta la torre más alta y me senté con los pies colgando en el abismo. La voz me decía: "tirate, tirate..." y estuve a punto de tirarme. Estaba como en un trance. Mi hermana mayor, que me había estado viendo, me llamó a los gritos, haciéndome reaccionar.

Me pasaron muchas cosas más, después descubrí que ese mismo hombre de sombrero perseguía a mi mamá cuando era joven.

OrPnimi

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Historias paranormales reales 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora