Capítulo 5

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Llegué a casa, deje mis cosas en mi habitación, almorcé. Después de eso me dirigí al baño y me duche, lave mis dientes y me vestí; me coloqué mi jean negro, una camisa blanca, mi chaqueta y uno timberlands negros. Tome las llaves, mi billetera y mi celular, tome la dirección que me había dado Lucas, la coloqué en el mapa de Google, al parecer estaba a 15 minutos de mi casa era bastante cerca el "bar". Cerré la casa y tome rumbo al bar para ver al amigo de Lucas.

Después de caminar por 20 minutos, bueno decidí caminar porque andar en autobús no me gusta mucho, en fin llegue al lugar y si era un bar, era bastante grande, la entrada era un poco grande con los puertas de vidrio polarizado. En la entrada se encontraban dos guardias, me presenté y les dije que busca al señor Chad Rahm, me dejaron entrar y uno de ellos me llevo con  Chad, por dentro el lugar era increíble tenía una gran barra, llena de distintos licores, una pista de baile enorme y en la parte de arriba tenían unos cubículos privados, tenían lugares donde las bailarinas hacen sus espectáculos y una zona de karaoke, en fin bastante grande y ordenado.

El guardia me llevo al segundo piso, donde estaban los privados y el lugar de fumadores, y al fondo algo alejado estaba una oficina no muy grande, en la entrada estaban dos guardias más el guardia que me llevo ahi le informó a los otros dos lo que venía ha hacer y uno de los otros guardias entro en la oficina. Después de unos minutos salió el guardia y me hizo pasar.

Entre en la oficina, y era bastante  "bonita" por así decirlo, tenía un color azul oscuro, muebles muy finos y una mesa de centro de cristal, al fondo un escritorio y dos sillas frente de el, de lado derecho había una puerta la cual supongo yo era un baño.

- Jay: Buenas tardes señor Rahm, mi nombre es Jay Wolf - dije presentándome y acercándome a él - vengo por la vacante disponible soy el amigo de Lucas - dije estirando la mano para saludarlo.

- Chad: Mucho gusto Jay - dijo estrechando mi mano - soy Chad dueño de este y varios locales más.

Chad no parecía un señor la verdad, era un joven de algunos 25 años de edad, tes blanca, alto, pelo rubio, ojos verdes, con buen porte, una aura autoritario pero amable. Me sorprendió mucho al escuchar que tenía varios negocios, pero entiendo eso.

- Jay: Un placer. Bien vengo ya que Lucas me dijo que usted me puede dar un empleo en este bar.

- Chad: Por supuesto, bueno la vacante se la ofrecía a Lucas pero como entenderás el ahora no puede, pero bien tu puedes ser bueno para este trabajo, cuantos años tienes.

- Jay: tengo 17 años dentro de dos semanas cumpliré los 18.

- Chad: bien bien, tienes la edad - dijo mientras se recostaba en su asiento - Bueno lo que vas hacer en este trabajo sera preparar tragos, tus horarios serán de miércoles a sábado de 10 pm a 2:30 am te parece - dijo con una mirada fría.

- Jay: Me parece perfecto, sólo hay un detalle yo no puedo preparar tragos - dije con mirada sería pero tranquila.

- Chad: Si lo supuse, te daré esta semana para que aprendas, te pondré con uno de mis mejores trabajadores.

- Jay: Muy bien, me parece perfecto, y cuando empiezo señor Rahm.

- Chad: Mañana, está semana estarás aprendiendo así que mañana a las 4 pm te quiero aca y dime Chad - dijo levantándose de su asiento y extendiendo su mano hacía mi.

- Jay: Muy bien señor Chad, mañana estaré acá - dije levantándome igual y dándole la mano.

Nos despedimos y salí del local. El carácter de ese hombre es algo similar al mío, el joven es muy amable pero con una postura y semblante rígido. Después de la pequeña charla con Chad fui por algo de comer y luego me dirigí al parque que estaba cerca de mi casa, me senté en una banca a observar el lugar, ya casi eran las 6:20 pm. Me levanté de la banca y empecé a caminar a mi casa, me topé con una chica muy bella de una estatura más baja que yo, pelo negro, ojos azules como el mar, una piel blanca, labios rojos, delgada, era muy bella, ambos nos disculpamos por lo sucedido y nos miramos por unos segundos, segundos que sentí eternos, sentí una corriente correr por mí cuerpo cuando nos vimos a los ojos.

Después de ese extraño momento en el parque, camine hacia mí casa, y no podía sacar esa chica de mi mente, ojalá la vuelva a ver algún día. Llegué a casa ya casi eran las 7 pm, entre y mamá ya estaba adentro, la saludé y le di su beso en la mejilla.

- Mamá: Hola mi cielo, de donde vienes tan tarde?

- Jay: Buenas má, vengo del parque andaba dando una vuelta - en cierto modo mentí, no le podía decir de mi trabajo ya que su viaje es el próximo miércoles y no quiero que se preocupe - y que tal tu día?

- Mamá: bien mi cielo, algo cansado pero pude conseguir todo para el vuelo, ahora solo me falta empacar y ya estará todo.

- Jay: Ohh que bien mamá, sólo quedan pocos días para ese sueño.

- Mamá: Si hijo, y ojalá todo salga bien. Hijo hable con tus hermanos ya saben, les pedí que no le digan a tu padre nada, y por cierto Samantha vendrá a verte de vez en cuando para asegurarse de que estés bien.

- Jay: Si mamá lose, ayer hable con Sam y me contó todo, y no te preocupes me se cuidar solo, tu ve tranquila nada va a pasar.

- Mamá: Ayy cariño se que te puedes cuidar solo pero también eres un niño aún, y no está demás que tu hermana venga - dijo tomando mi mejilla de forma cariñosa.

- Jay: Bien mamá está bien, todo porque estés feliz. Y tú promete que te cuidaras. - dije tomando su mano.

- Mamá: Si hijo me cuidaré.

- Jay: Bien - dije dándole un besó - me voy a descansar mamá hasta mañana

- Mamá: Esta bien cielo que descanses, te amo! - grito ya que yo iba subiendo las escaleras.

- Jay: Yo también mamá! - grite y me metí a mi habitación.

Después de este largo día necesitaré descansar, me metí al baño, me duche, cepille mis dientes me puse unos shorts y me acosté en la cama, puse la alarma y después quedé pensando en los hermosos ojos azules de esa chica que vi hoy.

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Buenas noches!
Bien he aquí otro capítulo, bueno ya que les debo capítulos aproveche para escribir y como no tengo sueño pues aquí me tienen.
Pasen feliz noche, día, tarde o madrugada.

Tentación ProhibidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora