Confesiones

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Al final del día Gilgamesh y Arturia observaban juntos el atardecer, debido a que su recorrido por Uruk había finalizado.

Aunque frente a ellos se encontraba un panorama no muy agradable, ya que Gilgamesh le había mostrado el lado malo después de la batalla con la Diosa Tiamat.

-No te sientas mal Arturia —Gilgamesh le sonrió al notarla cabizbaja—, a pesar de que mi gente pasó por esto siguen adelante, solo miralos.

Arturia le hizo caso y observo como la gente limpiaba las calles de los escombros, de como algunos soldados les ayudaban a levantar cosas pesadas para construir de nuevo sus casas y de como hasta incluso reían mientras observaban lo mucho que habían avanzado en la construcción.

-Ya veo.

Comento con una sonrisa cálida, sobre todo al ver a niños intentando ayudar a sus padres a llevar cosas para sus nuevos hogares.

-Asi son los humanos—comento Ereshkigal con una sonrisa—, no importa que cosas tan terribles puedan ocurrir, ellos siempre consiguen levantarse y eso es algo bueno de ellos—dirigiendose a Gilgamesh—, ¿Pero estás seguro de que es bueno construir de nuevo cerca de donde hicimos caer a Tiamat?

-¿Qué sucede Ereshkigal?—cerrando sus ojos—, ¿Acaso me vas a decir que no confías en el suelo que reparaste?

Ante la burla del rey la Diosa no pudo evitar enojarse y a la vez sentirse avergonzada.

-¡No es eso, claro que confío en lo que construi! Solo...—bajando de tono su voz y desviando su mirada de los rubios—, solo me refiero, si ellos no se sentirán incómodos, además por lo que veo la tierra de ese lugar tardara en crear vida!

-Es un buen punto, pero si fuera así ellos no me pedirán ayuda para construir de nuevo sus casas en este lugar, así que no te preocupes.

-Ya veo—observa como ya quedan pocos minutos para que el sol se oculte—, bien, debo irme—mira a la joven—, si bien dije que te cuidaría y que detendría mi hermana también debo cumplir mis funciones, aún asi intentaré volver antes de la medianoche—, dice alejándose de ellos comenzando a volar— yaque tenemos algo importante que hacer.

-¿Algo importante?

Pregunta Gilgamesh confundido, a lo que Ereshkigal acomoda su cabello.

-Si, Arturia ya sabe el porque —observando a la joven—, pero no sé lo digas aún, si vamos a revelar eso tiene que ser a la medianoche, Gilgamesh solo te pediré que hasta entonces permanezcas despierto y de que reúnas a tus consejeros.

-¿Mis consejeros?

Preguntó confundido a lo que Ereshkigal suspiro exasperada.

-Solo hazlo—observando a Arturia—, adiós hasta entonces.

-Adios.

Dice Arturia, luego de eso Gilgamesh observa a la joven esperando una explicación, pero esta no le dice nada y solo dice que es mejor de que regresen.

-Ya entendí, no me dirás nada, solo espero que no hagan nada peligroso.

Comenta de mal humor a lo que Arturia lo mira de forma decidida.

-Descuida no lo sera.

La forma de decirlo le llama la atención, sabía que si colocaba esa expresión era porque el asunto era más serio de lo que pensaba, pero no dijo nada y así ambos regresaron al palacio, luego de la cena y de repasar lo ocurrido durante el día en el cuarto del rey ambos quedan en silencio por unos minutos.

-Gil, ¿Puedo preguntar qué sucede contigo?

Arturia lo mira fijamente a los ojos y dejándole en claro que quería respuesta.

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