Un nuevo inicio

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Yo nací en una época un poco difícil para mi padre ya que el reino estaba en un problema político con un reino cercano por culpa de una mina de plata, al nacer mi madre murió dos años después, desde entonces mi padre me a criado, es un poco estricto pero se que lo hace por mi propio bienestar y que no es una persona mala. Vivo en la mansión de mi familia y los sirvientes son muy amables conmigo a veces pienso que demasiado, uno de mis mayordomos es algo viejo y da mucho miedo, ya que es muy alto y tiene una cara muy seria, pero papá confía mucho en él, ya que según las historias que me cuenta papá él le salvó la vida más de una vez cuando viajaba al norte del país y me dijo que él nunca recibió ningún corte, mi papá lo admira mucho porque es un gran espadachín y que espera que yo pueda ser igual o mejor que él algún día. Lo malo de ser hijo único es que no tengo con quien jugar, mi padre me recomienda leer libros ya que con ellos puedo viajar a mundos en los cuales las cosas más imposibles pueden suceder y que me ayudará a saber más cosas que me rodean.

Mi padre me cuenta a menudo que en el reino que vivimos es muy tranquilo y esta en perfecta armonía con los monstruos y hombres bestias, me da tanta emoción ya quiero cumplir los 7 años para poder salir con mi padre a comprar ya me falta un año para que ese momento llegue, no hace mucho mi padre me dijo que tenia que aprender a defenderme por mi propia cuenta, porque a pesar de que nuestro reino es muy tranquilo y seguro, hay muchos peligros allá afuera y que tengo que saber como defender mi futuro. Al día siguiente llegaron visitas a la mansión, estaba tan emocionado, porque era la primera vez que iba a ver gente de afuera de las puertas de la mansión, mi padre me presentó ante el líder de la guardia real, me alagó por mi pelo azul y mis ojos rojos carmesí me dijo que tenia un espíritu muy fuerte, ese día también conocí a su hijo, el era dos años mayor y se veía fuerte e imponente, él me extendió su mano.

Leonardo: Hola, me llamo Leonardo Castell espero que seamos buenos amigos, ¿Cómo te llamas tú?.(mientas sonríe).

Lars: L-Lars Fontaine. (le da la mano con timidez).

Leonardo: Que geniales son tus ojos, me recuerdas a un héroe de un libro que leí.

Lars: ¿Te leíste el brillo carmesí ?. (mientas lo mira alegre y con una sonrisa en el rostro).

Leonardo: ¿Tú también?. ¡Que genial! ¿Qué libros tienes? (con unos ojos que reflejaban emoción).

Lars: mi padre tiene muchos en su librería. ¿Papá, podemos ir a tu librería?(saltando de emoción).

Padre de Lars: Bueno hijo, pero cuando terminen de leer por favor ordenen (con una sonrisa en su rostro).

Leonardo: No se preocupe conde Fontaine dejaremos tal y como estaba. (mostrando respeto).

Padre de Lars: Bien me parece, ya vallan a jugar que si no se les hará tarde ( mientas sigue sonriendo).

Lars: ¡Gracias papá! vamos Leonardo (mientras le toma de la mano y lo lleva hasta la puerta).

Ese día lo pasé muy bien, en los días siguientes Leonardo volvió a la mansión para practicar el arte con la espada, él era un niño muy hábil y muy particular físicamente, tenia el pelo algo largo y de color anaranjado, sus ojos eran de un color como la miel y con una mirada de tranquilidad como si siempre supiera lo que estaba haciendo, era algo alto pero no como mi mayordomo, el siempre preguntaba el como seria vivir en un mundo donde no existiera la magia y como las personas podrían vivir sin ella, aunque a veces yo también me cuestionaba, al final siempre decía que era algo muy tonto y que no podría existir un mundo así, también el preguntaba si había un ser tan poderoso que nadie puede derrotarlo y como seria, esas preguntas tan locas que siempre hacia parecía tener respuestas, pero ni yo ni el sabíamos las respuestas.

Un día cundo papá había salido a una reunión con el rey, Leonardo y yo nos pusimos a jugar entre los pasillos de la mansión y de pronto Leonardo se de tiene en la puerta de la habitación de mi difunta madre.

Leonardo: Lars, ¿De quien es esta habitación?(mientras se acercaba a la puerta).

Lars: Es la habitación de mi madre, no entres mi padre me tiene prohibido entrar (con voz baja).

Leonardo: ¿Por que? (volteando a ver a Lars).

Lars: Nunca me dijo porque (baja su mirada hacia el suelo).

Leonardo: Lars, tienes que ver lo que hay dentro, ella era tu madre tienes el derecho a ver lo que tu madre dejo en aquella habitación, ¿Quién sabe que te dejó una carta para ti y tu padre no quiere que la leas? (mientras lo toma suavemente de los hombros y le levanta el rostro).

Lars: D-de acuerdo, pero si hay algo luego hay que dejarlo tal y como estaba ¿okey? (mientras lo miraba con temor).

Leonardo: De acuerdo, no te preocupes (mientras le da una sonrisa de calma).

Ese día descubrí aquel secreto que mi padre me escondió durante años, la verdad sobre mi madre y que persona era ella.

El cielo carmesí  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora