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Vacaciones de primavera.

Para ella en ese momento de su vida, aquello significaba tres cosas: casa, fiesta y alcohol. En ese orden. O bueno, se suponía que en ese orden. Pero después de todo el estrés por el que pasó con su mejor amiga en los últimos meses al tener que perfeccionar sus tesis para que al fin fuesen aprobadas, la fiesta y el alcohol llegaron antes de lo que ella pudo llegar a casa.

―Ya debemos irnos, par de ebrias ―Lily dejó salir después de ver la hora en su móvil. Su prima -tan solo unos meses menor-, daba gracias a dios que las maletas de ambas ya se encontraran dentro de su auto junto con las suyas, sino, hubieran perdido más tiempo al tener que pasar a su departamento primero. Estaba impaciente. Tenía planes por la noche con su novio y si no salían ahora, se retrasaría.

―Bueno, chicos... casa nos espera ―dijo ella, poniéndose de pie.

―No nos extrañen demasiado, ¿quieren? ―dejó salir Gaby, mientras ambas se despedían de todos en aquella mesa.

Luego de aquello, subieron al auto y tomaron camino a la pequeña ciudad a la que llamaban casa. Dejando atrás por un mes completo las preocupaciones de su último semestre de universidad.

―¿De verdad? ―Lily enarcó una ceja al notar como Gaby sacaba una licorera de su bolso de mano.

―¿Qué? ―dio un trago a esta y luego la pasó a manos de su mejor amiga.

―Ella siempre empaca sólo lo esencial ―dijo a Lily y ambas rieron entre dientes ―. Creo que esta es la única ocasión en la que adoro el hecho de que no bebas alcohol, Lilian ―dejó salir un suspiro y su prima quitó una mano del volante para darle un empujón en el hombro.

Una hora y media de camino se pasó volando entre charlas sobre experiencias sexuales vergonzosas y cantando los éxitos del momento en la radio. Pronto, se encontraban aparcando el auto frente a su hogar.

―¿No es ese el auto de tus padres? ―ella se dirigió a Lily señalando al Volvo color azul oscuro cerca de ahí. A lado de éste, se encontraba una camioneta negra que no le parecía para nada familiar.

―No me dijeron que estarían aquí ―su prima bajó del auto al igual que ellas.

―¡¿Por qué nadie nos dijo que habría una fiesta?! ―dejó salir Gaby, después de entrar por la puerta principal del hogar de su amiga al notar risas y música que provenían desde dentro.

―¡Gabriela! ―ella puso una mano sobre los labios de su amiga y empezó a reír.

Lilian tan solo negó y rió entre dientes. Usualmente no soportaba a la gente ebria, pero a su prima la amaba con toda el alma, y Gaby venía con ella por default. Además de que siempre le hacían reír y nunca le habían ocasionado algún problema.

―¡Miren quién llegó! ―el padre de Lily salió de la cocina y caminó hasta ella ayudándole con su equipaje ―. Mi hermosa princesa ―dejó un beso sobre su cien.

―Hola, papi.

―¡Linda, ven a saludar a las visitas! ―llamó la madre de Lilian desde la sala, a lo que ella obedeció.

―Y no se olviden de las feas hermanastras ―agregó su sobrina entre risas, para luego hacer una pequeña reverencia. Cosa que Gaby imitó.

―¡Nada de eso! ―escuchó a su madre y ambas se adentraron un poco más a la sala, en donde se encontraban varios rostros que reconoció de inmediato con impresión. Santa madre de Suecia... Lilian se apresuró y saludó a todos, y mientras ella dejaba su equipaje a un lado, su madre se acercó y le tomó en brazos ―. Hola, cariño.

NOT ACTUAL COUSINS // Bill Skarsgård [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora