¿Exactamente, qué quieres?

Aquí se acaba todo...? Final parte I

...

Suspiro tomando aire enseguida, repitiendo la acción de inhalar y exhalar profundamente más que un par de veces. Mirando la puerta un poco cohibido, sin embargo el valor y la decisión no tardaron en eliminar ese sentimiento negativo y al fin pudo acercarse  a la puerta y llamar un par de veces, retrocedió un paso comenzando a dar pequeños saltitos sobre las puntas de sus pies, impaciente y sin separarse del suelo.

Luego de un minuto la puerta se abrió dejando ver a un chico de mediana estatura, tez blanca y ojos azules, los curiosos y enormes orbes lo miraban sorprendido.

Quiso cerrar la puerta, pero en un impulso Luka lo impidió y metió un pie entre la puerta y el umbral para detenerlo.

-          ¡Qui…ta..te! Vete… ¿Qué quieres…? – decía entrecortadamente mientras forcejeaba para luchar contra la fuerza del moreno.

-          Por favor, Yusei, déjame hablar contigo – susurro Luka sin poner esfuerzo.

El chico de pelo extravagante y teñido se detuvo en seco. Meditando lo dicho por el mayor unos segundos y finalmente suspiro. Cediendo y retirándose para dejar pasar al otro.

Luka sonrió agradecido y entro cerrando la puerta tras de sí. Siguiendo al menor silenciosamente hasta la pequeña sala principal. Donde ambos se sentaron, el silencio se tornó  incómodo y molesto hasta que ambos decidieron hablar, interrumpiéndose, el menor cohibido y sonrojado agacho la mirada.

-           Lo siento… habla tu primero.

Luka asintió aunque el otro no se dio cuenta de ello.

-      Yusei… solo quiero hablar contigo seriamente, y sincerarme – el otro levanto la mirada, prestándole una curiosa atención. El moreno abstuvo sus ganas de lanzársele encima ahí mismo. – No me es fácil decir esto, y también es porque para mí, no sirven de nada las disculpas. Lo hecho está hecho y el pasado es pasado. No puedes hacer nada con él por mucho que quieras… pero créeme que me arrepiento mucho de lo que hice. – Yusei le miro con los ojos aguados y una línea recta en sus delgados labios. – Me temo que he de admitir que si, en un principio no te tomaba en serio y que… - desvió la mirada avergonzado de sí mismo. Dolía decir ese tipo de cosas a la persona que amas. – solo te usaba… cuando te declaraste, aquel día, recordé fugazmente las palabras que una vez me dijo Kou, pero las ignore y acepte salir contigo solo por el morbo que me provocabas… y por qué realmente me pareciste lindo… luego te fui conociendo y mi mente se hizo un caos, no estaba tranquilo si no sabía cómo estabas. Con quien estabas y que era lo que hacías… simplemente no lo entendía y no me esforcé por hacerlo porque no quería pensar en eso… luego, cuando te engañe… y cuando te enteraste… me di cuenta… - lo miro a los ojos, penetrándolo con su ardiente y apasionada mirada cargada de amor y arrepentimiento. – de que en serio te amo, Yusei. Realmente quiero que me des otra oportunidad, que podamos empezar de nuevo… ¿Qué dices…? ¿Quieres intentarlo de nuevo conmigo? Desde cero…

-          Tatsumi, ¡por favor Tatsumi no te vayas!... no puedes dejarme – murmuro con la cabeza gacha, el peliblanco arqueo una ceja olvidando su maleta en el suelo, al lado del sofá.

-          ¿Qué…? – interrogo cansado del mismo drama que ella provocaba cada vez que salía… estaba paranoica por todo y cada vez más demacrada; sin embargo no llegaba a darle lastima o pena, sentía que era lo que se merecía por hacerlos sufrir a Kou y a él, no se compara con lo que ellos tuvieron que pasar…

-          ¡Que no puedes dejarme! – grito y comenzó a reír como una completa demente, con los ojos fuera de órbita y  una sonrisa deformada – No puedes dejarme porque estamos casados… y por qué estoy esperando un hijo tuyo… - musito, ahora acariciando su vientre de forma protectora, tomándolo como si fuesen a quitarle él bebe de adentro.