Capítulo IV

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Septiembre 06 1996

—Toma, come!
—Gracias Hyeon-U!

Observé su sonrisa mientras me pasaba el pan y el jugo. Sabía que ese era su desayuno pude decirle que no pero aún así lo tomé. Soy egoísta pero es el mejor pan y el mejor jugo que tomé en toda mi vida.

Sentados en un banco en el patio de la escuela mientras comía el pan podía escuchar el sonido de su estómago. Se escuchaba como tambores: su estómago retumbaba y él se desentendia como si no  escuchaba nada. a
Aún así yo continúe comiendo porque quería que él sintiera que podía cuidarme.

No siempre podemos comprar comida. Cuando podemos entonces sólo comemos vegetales.

Mi madre debe cambiar de trabajo casi todos los meses. Su condición depresiva está apoderándose de cada aspecto de su vida lo que se convierte en su peor enemigo. Siendo ayudante de cocina, mesera o ama de llaves esa son sus paradas en su tren de estaciones.

[...]
—Quisiera sentarme a hablar con tigo mamá.  ¿Por que no podemos sentarnos a hablar mientras cenamos? Ayúdame a entender por que mi cuerpo no luce igual o por que siento vergüenza con Hyeon-U.

Solo puedo observarla recostada en lo que sería su cama mientras yo pretendo cenar o solo comer lo que me trajo del trabajo.

—¿Por que le permitíste a tu mente cerrar tus labios asi?

—Mamá...  Te necesito!

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