Cuatro de la tarde, en mi casa.
Estaba en casa, descansando. Había tenido una conversación con la amiga de Emily, Jazmín y quedamos en un acuerdo de que iría a su casa a las cinco. Todavía tenía tiempo. Había estado todas estas horas tratando de evitar pensar en que Emily la debe estar pasando muy mal, sin embargo, no es lo único que ha centrado mi mente. ¿De qué quiere Jazmín hablarme?, ¿y por qué a mí?, este día es el segundo en la universidad, y colocando que ellas tres son nuevas ingresadas es algo "sorprendente" que ya sepan mi nombre y una de ellas —que no es la que me interesa— quiera hablar conmigo. No lo critico, puesto que nunca me he negado a hacer una amistad nueva, pero el detalle nunca falta. Luego de la llamada estuve cuestionando mi reacción tan rápida de aceptar, haciendo que ella piense quizás que cosa de mí. Pero vamos, el tema me interesa, y si alguien viene a ofrecérmelo lo tomaré como un buen regalo. Los chicos estaban hablando disparates en el grupo, cosas que ni siquiera leía, no me interesaba. Greg me envió un mensaje por privado que si me dirigí a leer.
Greg
Hola, Martín. ¿Qué tal?
Hola, Greg. Todo bien, ¿qué pasa? ¿algo nuevo?
Quería saber... ¿irás a la casa de Jazmín al final de todo?
He decidido ir, nos encontraremos a las cinco. ¿Por qué?
No es nada, sólo quería darte la recomendación de que si ves que algo se está poniendo extraño nos escribas.
¿Tú te estás preocupando por mí?, ¿por qué?
Está pasando algo que no me gusta, siento algo en el ambiente que no me termina de agradar. Sólo es eso. No quiero detallar, sólo sigue mi consejo, ¿va?
Claro, tú no te preocupes.Luego de eso, él se desconectó y yo fui a cambiarme de ropa para ir a ver que era lo que la chica me tenía que decir de Emily. Unas ganas de sacarle información me invadían desde que la mencionó por teléfono. Emily es alguien misteriosa y de pocas palabras, y ya que estas dos son sus mejores amigas deben conocerla muy bien. Entré a bañarme y salí tiempo después, prosiguiendo con lo demás. Avisé a mi padre que tomaría el auto, y él me lo otorgó. Arranqué hacia la dirección, pretendiendo que fuera rápida mi vuelta a casa.
Casa de Jazmín.
Cuando encontré la casa —luego de dar más de mil vueltas— sentí algunos nervios, porque recordé a lo que había venido y no se me había ocurrido que quizás la radiante pálida de cabello blanco estuviera presente, aunque dudo de que jazmín quiera hablar de ella tenniéndole cerca. Me bajé y le coloqué seguros al auto, me acerqué a la puerta metálica negra y toqué dos veces, se tardaron un momento en abrir. Habían varias cosas en mi cabeza en ese instante, quizás era el Martín racional quién me estaba culpando por haber aceptado tan rápida esta invitación inexplicable. Rasqué mi nuca y entonces vi la puerta abrirse, Jazmín la abrió.
—Hola, ¿Jazmín, verdad? —dije, mientras le regalaba una sonrisa.
—Sí, tonto. Ya entra. —rápidamente me tomó de la manga y me metió dentro de su casa, preferí no opinar y simplemente tratar de observar mi alrededor lo más veloz posible, tratando de comprobar si Emily estaba presente.Todo lo que me encontré fue un hermoso mueble de un tono purpura que pocas personas utilizarían para decorar una sala. Habían hermosos cojines de flores y en medio una mesilla de cristal que llevaba de decoración algunos animales de porcelana. El mueble se veía muy cómodo, y lo bueno fue que ella me invitó a sentarme amablemente, procedí a hacerlo, no paraba de sonreírle, tal vez para ocultar mi confusión. Ella tomó asiento a mi lado, mientras colocaba una pierna encima de la otra.
—Sé que estás extrañado del porqué te dije que vinieras. —habló, era de esperarse, estaba muy tranquila no había nerviosismo o misterio en sus palabras.
—Creo que no puedo ocultarlo —contesté.
Suspiró en medio de su sonrisa.
—A veces las miradas hacen que... otras personas se den cuenta de lo que hay en nuestra alma —continuó— es lo que ha pasado, y mi consejo es que dejes de mirar con tanta admiración a alguien que no conoces.
—¿Hablas de Emily?
—De quien más.
—Está bien, pero, ¿qué pasa con eso?
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Happiness.
Mystery / Thriller"Keep Happiness." Martín Vázquez era un joven universitario con la vida cotidiana acompañada con sus mejores amigos de prácticamente toda la vida. Quedó deslumbrado de unas caderas que pasaban por el pasillo de la universidad, y esa fue la portada...