Capítulo 34 [Final]

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Abro mis ojos y lo único que puedo percibir es la luz blanca impactándome en los ojos haciendo que me queje y los cierre de nuevo.

Levanto mi mano para tapar mis ojos y siento unas suaves manos tomando mi muñeca e impidiendo de pueda hacerlo.

– ¿Grace? –abro mis ojos y la luz ya no cae tan directo en mis ojos puesto que una figura lo impide.

Sonrío pero de inmediato siento un pequeño ardor en mi labio haciéndome cerrar los labios rápidamente y acaricio su mano. –Peter. –él me devuelve la sonrisa.

Intento levantarme pero mis movimientos son lentos y la cabeza me duele. –No debes moverte ni abrir mucho los labios.

Asiento y me dejo caer de nuevo.

Recordando lo sucedido me aferro a su mano. – ¿Dónde está Mía? –al hablar sentí un jalón de mi labio superior pero muy sutil.

Su actitud cambia y se sienta en la silla al lado de la cama viendo hacia otro sitio.

Con algo de angustia lo observo esperando la respuesta.

Luego de unos minutos viendo hacia la bolsa de suero mira hacia el suelo, poniéndome nerviosa. –Tenía doce semanas de embarazo.

Al escuchar decir eso siento como todo se me viene encima y las lágrimas me empañan la vista.

Veo hacia la pequeña ventana que había allí y dejo salir el aire que estaba conteniendo.

Ella nunca me dijo nada sobre eso.

– ¿Dónde está ahora?

Sus ojos avellanas me observan y suspira. –Está una habitación, ya está fuera de peligro pero dicen que tal vez se le haga difícil concebir.

Cierro mis ojos conteniendo las ganas de llorar y correr a abrazarla.

– ¿Y yo? ¿cuál es mi diagnóstico? –él suspira y se levanta del asiento.

–Ya vuelvo. –sale de la habitación y me deja con la incertidumbre y algo de ansiedad.

Una pregunta se viene a mi mente y suspiro sintiendo que esta incertidumbre no acaba.

La puerta se abre y entra Connor con un café en la mano. –Me alegra que ya estés consiente. –observo cómo se acerca y al estar sentado a mi lado me toma la mano y la besa.

– ¿Cómo estás?

Él ríe. –Irónico, porque tú eres la que acaba de despertar después de casi un día en observación.

Joder.

Su expresión de duda me dejo bastante ansiosa. – ¿Qué pasa?

Él suspira y se deja caer en el asiento. –Kate está en coma.

De pronto sentí como si sus palabras hubiesen sido algo malo porque mi respiración aumento y empecé a sentirme encerrada.

Lleve mis manos a la cabeza tratando de calmarme y al tocar una venda sentí un dolor algo fuerte de allí.

Connor me tomo las manos y las bajo. –Tienes una herida bastante profunda, tus mejillas tienen rasguños, tu labio superior tiene dos puntos... –él se queda en silencio de repente y me observa. – ¿Qué sucedió? Mía no quiere ni hablar y para lo único que me habla es para preguntarme si ya despertaste.

Suspirando revivo cada cosa y un pitido en mis oídos me recuerda el estruendo del florero contra su cabeza y luego los pedazos cayendo al piso.

Trago saliva y miro hacia otro lugar que no sean sus ojos.

Mi Nueva Vida ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora