Te amo

Batman

Había perdido la noción del tiempo, pero no era que no supiera en qué día, mes y año estaba, el siempre lo sabía, Batman siempre lo sabía todo y mucho más esas cosas tan mínimas, sin embargo sí que había perdido la noción del tiempo con algo y por primera vez en su vida, de una manera que le era extraña se sentía desorientado y sin un plan de emergencia. 

Clark o superman, porque hacía mucho tiempo que le era difícil mirar la línea que separaba a ambos, estaban o estaba muy molesto con él, no entendía el por qué y había echado la culpa a algún combate donde hubiera hecho algo peligroso o algo así, hasta que Alfred le recordó que era su aniversario, palabra además extraña para él. Él ni siquiera sabía que estaban en una relación, y se lo dijo a Alfred, pero este no parecía muy feliz tampoco con su respuesta. 

Por eso estaba allí, estúpidamente con una caja de chocolates, un ramo de rosas demasiado cliché y uno de sus mejores trajes, que no de Batman, frente a la puerta de su reportero favorito. Sudando la gota, cosa que nunca hacía ni frente a los villanos, y repitiendo una vez el discurso uno y otra vez que pensaba decirle a Clark acerca de lo idiota que era y lo arrepentido que estaba de olvidar una fecha de la que ni siquiera tenía conciencia. 

Sin embargo,  su esplendoroso plan se fue al mismísimo carajo cuando Clark, en pijama, abrió la puerta porque seguramente lo había sentido y levantó una ceja como pidiendo una explicación por su presencia. 

—… Y Te amo…. ¡Mierda! 

Farfulló por lo bajo, se supone que eso era lo último de su discurso, pero al ver al otro frente a él lo había desconcentrado ¡Quién diría que Batman podría perder los nervios! Iba a quejarse de nuevo pero sintió enseguida unos brazos aplastandolo. 

— Res...pirar… 

Dijo con dificultad a lo que el otro superhombre lo soltó. 

—También te amo. 

Y allí estaba, esa sonrisa radiante del dios de Metrópolis y el corazón latiendo desbocado del protector de Gotham.