Como estamos en recreo aún, buscaré a Amelia para terminar los pocky's.
Paso por unos pasillos y nada, en eso la veo muy emocionada hablando con un chico alto y de cabello un tanto largo, wow, desde acá puedo sentir el olor a atracción.
Como la vi tan feliz con el chico, decido ir al baño.
Entro al baño solo para tomar agua, me agacho para tomar agua y veo a dos chicos llegar con un balón de basquetbol.
Mi corazón da un respingo, un balón.
"Quiero jugar, quiero jugar".
No paró de pensar eso eso, hasta que veo a los chicos alejarse.
Me pregunto si habrá algún taller. Ojalá.
Iré a la cancha del liceo.
Caminando a paso rápido, me doy cuenta que algunas chicas me observan, vaya que extraño.
De repente caigo en cuenta que estoy perdido, no sé dónde está la cancha.
Observo como unas chicas me están mirando, y aprovechando que tengo su atención les preguntaré cómo llegar.
-Oigan, disculpen que las moleste, pero ¿me podrían decir cómo llegar a la cancha?
Las chicas me miran sonrojadas y sorprendidas, eso último probablemente se deba a que no creyeron que les iba a hablar.
-Oh, claro, claro. Debes pasar aquí del pasillo y está al fondo, ahí lo notarás.
Dice eso rápido, le agradezco y voy para allá.
Reviso mi celular, solo quedan 15 minutos de recreo.
15 minutos para verte, imbécil de mierda.
Estoy molesto aún, agh, debo calmar mi mente.
Tal y como me dijo la chica de antes, noté cuando llegue a la cancha, escuche gritos y ruidos de zapatillas rechinar en la cancha.
Voy para allá emocionado, y me paro en la puerta. Veo las galerías y entro a sentarme. Obviamente no interrumpiré el juego.
Observo unos minutos el partido y hay chicos muy talentoso, todos son altos y buenos, pero uno llamo mi atención, veo como un chico moreno alto y con una parte de la ceja cortada, anota fantásticamente en el aro.
Eso fue épico, fue el solo después de recibir un pase, paso por toda la cancha y anotó.
Fue un movimiento algo egoísta, pero fue genial.
No tuve ni idea en qué momento pero tocaron para entrar a clases. Pero yo debía hablarle al chico.
-Hola, perdona que te moleste, pero cuando anotaste fue genial.
Me mira y me doy cuenta que es bastante intimidante, oh oh, me arrepiento de haberle hablado.
Pero hace una acción que me descoloca, el sonríe.
-Gracias, ¿así que viste eso eh?
Dios, es más simpático de lo que creo, a pesar que sus palabras son engreídas, su tono es amable.
-Si lo vi, fue asombroso, oye ¿de que curso eres?
-Soy de 2 b, me llamo Martín por cierto.
-Oh perdón, no pregunté tu nombre.
Digo avergonzado. -Soy Dante, un gusto.-Igualmente, oye debo ir a clases, ven aquí después.
Dice eso y sin esperar respuestas se va.
"Genial"
Y ahora... al infierno...