Call me, daddy. ♡L.T

➢Capítulo cinco.

Salí algo atónita de la cocina, miraba las escaleras, para ser sincera me daba vergüenza pasearme en casa ajena como si fuera mía, así que sin más decidí quedarme abajo, me senté en el sofá y simplemente traté de distraerme con mi celular o algo, encontrar alguna forma de pasar el tiempo sin quedarme dormida.

Pero era casi imposible, mis ojos se me cerraban, me pesaban bastante la verdad y apenas podía mantener firme mi cabeza, necesitaba un vaso de agua para recuperar mi estado de lucidez, y sí, me daba vergüenza pasearme así, pero era la única solución y posiblemente mi salvación, agarré uno de los vasos que estaban a mano, llenando éste con el agua del grifo, estaba tomando a gusto, cuando una figura en la cocina me distrajo de lo que estaba haciendo.

Era Louis, tenía su torso totalmente desnudo, se dejaba ver perfectamente sus fuertes brazos y su abdomen marcado donde se podía ver un par de tatuajes perfectamente hechos, en sus piernas tenía puesto un pantalón holgado que supongo era de un pijama, cuando quise darme cuenta emencé a toser, sí, me había ahogado con el agua al verlo así, no pude evitarlo.

—  Con cuidado, cariño. —  me habló con su tono coqueto, como ya estaba acostumbrada a oírlo cuando se dirigía a mí, y eso que hace dos días estoy aquí trabajando.  —

—  Uhm, sí. —  hablé rápidamente mientras me daba vuelta para evitar mirarlo de esa forma, creo que me había despertado más verlo así que el vaso de agua que me había tomado.  — 

Supongo que él también se sirvió algo, pero creo que era jugo ya que abrió la heladera para ésto.

—  ¿No dormirás, preciosa? —  logré oír un susurro sobre mi oído, mi piel se erizó y no pude evitar no cerrar mis ojos, ¿cómo era posible que ese hombre en tan poco tiempo y con tan solo un susurro me movilizara tanto? — 

—  N-no por ahora. —  traté de sonar tranquila mientras jugaba con el borde del vaso concentrando mi vista en éste que se encontraba sobre mis manos algo temblorosas por el nerviosismo que me generaba tenerlo tan cerca. —

—  ¿No puedes o te falta compañía? —  volví a oírlo sobre mi oído, ésta vez sentí una de sus grandes manos posicionarse sobre mi hombro, ésto se iba a ir de las manos si no le ponía un punto a ésta situación. —

—  ¿A qué se refiere? —  pregunté ésta vez, tratando de sonar firme, dándome media vuelta para quedar frente a él, sus ojos me miraban de una forma en que no podía explicarlo, era la primera vez que lo tenía tan cerca, y era tan atractivo como lo es de lejos. — 

—  Lo sabes perfectamente, cariño. Tengo espacio de sobra en mi habitación. —  guiñó su ojo, su voz estaba más ronca de lo normal, mi respiración estaba bastante agitada, por favor, que pare. —

—  U-usted tiene esposa, no puede estar haciendo y diciéndome éstas cosas. —  hablé tratando de evitar su mirada mientras giraba mi cabeza levemente hacia uno de los lados para desviarlo, que me mirara tan firme a los ojos me generaba incomodidad.  — 

—  Vamos, Kyra. Te conté perfectamente como eran las cosas hoy. —  intentó buscar mi mirada, agarrando mi mentón para hacer que lo mire nuevamente, entendí su última frase, se refería al momento donde me contó que Clodine salía "con sus amigas". — 

—  Pero igual. —  hablé mirándolo nuevamente, ésta vez cerrando mis ojos vaya a saber uno por qué estúpida razón. —

—  ¿Acaso quieres que te bese que cierras los ojos? —  ante esa frase abrí los ojos inmediatamente, mis mejillas ardían de lo ruborizada que estaba, él me miraba con una de sus cejas alzada y una expresión entre coqueta y divertida en su rostro. —

—  Ehm, yo me iré a dormir. Que descanse y tenga linda noche, señor Tomlinson. —  hablé rápidamente mientras dejaba el vaso sobre la mesa y salía rápidamente de la cocina, oyendo su risa a mis espaldas. — 

¿Era ésto posible? Le gustaba jugar conmigo porque sabía que me sentía débil al tenerlo cerca, que me ponía nerviosa, que mi voz se quebraba y no podía evitar tartamudear, básicamente se divertía viéndome sufrir ante él.

Estúpido y sensual Louis Tomlinson.

***
Por suerte no volví a cruzarme con Louis en la noche, solo una única vez cuando fui a darle su biberón a Aquiles y él estaba con el bebé en brazos tratando de calmar su llanto.

Mi cabeza daba vueltas nuevamente, intentando entender cómo esa familia por fuera parecía una perfecta, mientras que por dentro estaban llenos de defectos, bueno, como cualquier otra. Ninguna es perfecta, por lo menos están unidos, ya quisiera yo tener a mis padres o alguien cercano, la tenía a Lola y sus padres, que son como mi familia, aunque por dentro sé bien que no es así.

Clodine había llegado esa mañana con una actitud bastante sospechosa, sabía que aunque Louis fuera tan seductor conmigo y quién sabe con cuántas más, le dolía que su esposa fuera así con él, en ese sentido me daba pena.

Estábamos en casa de Lola, planeando qué haríamos ésta noche, mientras ella quería ir a un pub o algún bar, yo quería salir a alguna discoteca y divertirme un poco; lo necesitaba para despejar mi mente de tantas situaciones comprometedoras con el señor Tomlinson.

—  Kyra, hagamos algo más tranquilo. La última vez fuimos a la disco, vayamos a algún pub ahora. —  me hizo un puchero mirándome unos segundos. — 

—  Bueno, bueno. Solo por eso haremos algo tranquilo hoy. —  largué una risita mientras arrugaba mi nariz levemente. —  Bien, ya se está anocheciendo y hay que ver qué nos pondremos para estar bien perras. —   le guiñé mi ojo largando una carcajada algo sonora. — 

Ella también rió, yo había llevado un pequeño bolso con algunas prendas para ponerme, comencé a mostrarle las opciones a Lola, queriendo que ella me de su opinión o elija cuál me quedaría mejor para la velada de ésta noche.

—  Creo que ésto te quedará perfecto. —  asintió con su cabeza dejando su elección sobre la cama. — 

Sin más que decir le sonreí agradeciéndole con una simple mirada y dirigiéndome al baño para poder cambiar mi ropa y ponerme el outfit elegido por mi mejor amiga (multimedia). Lola tenía un muy buen gusto para la ropa, así que siempre que tenía alguna duda, solicitaba su sabia opinión.

—  Con eso estás como para conquistar a tu jefe ésta noche. —  me guiñó uno de sus ojos Lola para luego carcajear. —

—  Shh, basta. —  reí también mientras me dirigía al espejo de su habitación para hacer una coleta alta con mi cabello. — 

Mientras ella se cambiaba yo me maquillaba, a decir verdad nunca me maquillaba extravagante, solo cuando tenía algún evento como modelo o debía de hacer portadas o eso. Simplemente me puse algo de rímel en las pestaña, delineador y un brillo labial, nada más.

—  Quién pudiera ser tan hermosa como tú y no necesitar ni maquillaje. —  hizo un puchero con sus labios mientras se posicionaba a mi lado en el espejo. — 

—  ¿Quieres cerrar tu boca un rato? Eres hermosa, amiga. Creéme, si fuera lesbiana intentaría conquistarte, sí. —  le guiñé mi ojo causando la risa por parte de ella. — 

—  Te amo tanto, no sé que haría sin ti, Kyra de mi corazón. —  carcajeó mientras sus brazos rodeaban mi cuerpo, yo también le abracé sonriendo. — 

—  Eres mi mi mejor y única amiga, mi única familia también, yo no sé que haría sin ti. —  arrugué mi nariz sonriéndole mientras la rodeaba con mis brazos también, dejando un beso en su mejilla. —  Ahora que ya estamos bien perras, ¡vamos! — 

Ambas agarramos todo lo necesario poniéndolo cada una en su cartera, salimos de su habitación bajando las escaleras para poder salir de su casa y adentrarnos en su auto que se encontraba en la entrada. Algo me decía que sería una buena noche, pero a su vez tenía el presentimiento de algo, algo demasiado inesperado.