➢Capítulo dos.

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El día había comenzado, y por fin, hoy comenzaba mi nuevo trabajo en casa de los Tomlinson

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El día había comenzado, y por fin, hoy comenzaba mi nuevo trabajo en casa de los Tomlinson. Me cambié rápidamente (multimedia), haciendo con mi cabello un pequeño rodete, dejando algunos mechones de pelo sueltos en la parte delantera de mi rostro, agarré una pequeña mochila negra poniendo allí mi celular, las llaves de mi departamento y una que otra pequeña cosa.

Salí de allí, tomando el ascensor y saludando a la recepcionista antes de abandonar el edificio, emprendiendo camino hacia la casa de los Tomlinson, estaba llegando puntual, era algo bueno para la primera impresión. Al cabo de 10 minutos estaba frente a la puerta, toqué timbre, enredando mis manos en la espera.

Kyra, buenos días, pasa. — me saludó Clodine, invitándome a pasar. —

Buenos días, señora. —  le sonreí amablemente mientras entraba.  —

Vi al señor Tomlinson aparecer en la sala con un pequeño bebé en sus brazos y a su lado, un niño que parecía no tener más de 4 años.

Kyra, el bebé es Aquiles y él es Angus. — me sonrió Clodine nuevamente, tomando al bebé en brazos mientras Louis me sonreía, le devolví dicho gesto, concentrándome en ambos pequeños. -—

Angus tomó la mano libre de su madre, ella se arrodilló a su altura.

Ella es Kyra, mi amor. Te cuidará a ti y a tu hermanito mientras con papá trabajamos, ve a saludarla. — le susurró con una sonrisa mientras el mayor asentía con su cabeza. —

Comenzó a caminar con timidez hacia mí, yo le sonreí dulcemente, arrodillándome a su altura, extendiéndole mis brazos.

Hola pequeño. —  le susurré sonriendo mientras le daba un cálido abrazo, dejando un suave beso en su mejilla. —

Bueno, Kyra. Te dejo a Aquiles, hace menos de una hora tomó su biberón, cada 3 horas hay que preparárselo, ahora está dormido, pero probablemente dentro de unos minutos se despierte. —  rió ella dejando al pequeño bebé en mis brazos, besó su frente suavemente y luego besó a Angus. —  Ahora sí, nos tenemos que ir, cualquier cosa le pides ayuda a la señora Baker, o mi número está agendado en el teléfono de la entrada. —  asintió ella. — Mucha suerte. —  besó mi mejilla sonriendo. — 

No había escuchado hablar al señor Tomlinson aún, él se acerco levemente hacia donde yo me encontraba, no sé por qué razón, pero sentí mis mejillas arder ante aquél acto, él besó la cabeza de su bebé, luego dejó un suave beso en mi mejilla y luego se despidió de Angus. Totalmente raro, di un suspiro mientras miraba al pequeño bebé en mis brazos, sonriendo y dejando un pequeño beso en su mejilla.

Ambos pequeños eran totalmente hermosos, Angus tenía más cosas en parecido a su padre, como por ejemplo sus ojos, eran grises al igual que los de Louis.

¿Te ayudo a subir, cariño? —  le pregunté a Angus, viendo que éste quería subir las escaleras, pero las observaba con algo de miedo. — Deja te ayudo. —  le sonreí, mientras él me largaba una pequeña sonrisita. —

Aseguré bien a Aquiles en uno de mis brazos y con mi otra mano tomé la de él, comenzando a subir las escaleras lentamente, paso por paso, mientras Angus tomaba fuerte mi mano.

—  ¿Quieres ir a tu habitación, Angus? —  le pregunté bajando mi mirada a su altura al llegar al final de la escalera. —

—  Sí. —  asintió con su cabeza mientras con su dedo señalaba un pasillo. — Es por allí, ven si quieres. —  me miró con una pequeña sonrisa dibujada en su rostro, yo le asentí sonriendo, mientras él me guíaba hasta la que sería su habitación. —

Al entrar pude ver la cama en un extremo, era una cama de dos plazas, ésta estaba cubierta con una frazada azul, y cojines con forma de pelota. En la otra punta había un escritorio, donde se encontraba un lapicero con varios colores, bolígrafos, crayolas, entre otras cosas. Mientras que lo demás estaba cubierto de juguetes, rompecabezas, autos, juegos de mesa, etc.

¿Me ayudas a pintar, Kyra? — me susurró Angus, tomando un libro de un pequeño estante. —

—  Claro, pequeño. —  le sonreí mientras me dirigía a la cama de Angus, acomodando a Aquiles en medio de ésta y rodeándolo con los cojines por las dudas, tomé la mantita que tenía, cubriéndolo hasta un poco más arriba de su cinturita. —

Me senté en la pequeña sillita del escritorio, el abrió el libro mientras tomaba el lapicero, vaciando éste sobre la mesa y tomando una crayola color azul, yo en cambio tomé la amarilla, comenzando a pintar el sol que se encontraba encima de los dos camiones del dibujo para colorear.

¿Te gusta colorear vehículos? —  le pregunté dulcemente al niño, mirándolo con una sonrisa. —

—  Sí. — asintió rápidamente con su cabeza. —  Aunque con papá siempre pintamos animales. — él hablaba sin despegar su vista del cuaderno. — 

—  Qué bueno que pintes con tu papá, ¿hacen muchas cosas juntos? —  dejé de pintar un segundo mientras él asentía nuevamente. —

A veces jugamos a la pelota o vamos al parque cuando no está trabajando. —  me miró unos pocos segundos dedicándome una sonrisa, la verdad era un niño muy dulce y simpático. —

Bueno, un día de éstos cuando gustes podemos ir al parque junto con tu hermanito. —  puse una de mis manos en su cabello delicadamente despeinando éste. —

—  ¡Sí! —  contestó rápidamente y de una forma bastante animada. —  ¿Podemos ir mañana? —  me miró. —

—  Por supuesto, pequeño. Podemos ir al parque y luego por un helado. —   arrugué levemente mi nariz con una sonrisa. -

***
El día pasó súper rápido, Angus era un niño súper tranquilo e inteligente, se la pasó jugando en su habitación o pintando dibujos conmigo, mientras que Aquiles se despertaba cada tres horas cuando creía yo, sentía hambre.

Le di el último biberón al bebé, haciendo que haga su provecho y cuando se durmió nuevamente lo acosté suavemente en el moisés que se encontraba en la sala.

—  Kyra, ¿me lees éste cuento? —  Angus llegó con un pequeño cuento en su mano, sentándose a mi lado suavemente en el sofá. —

Claro, pequeño. —  asentí tomando el libro y abriendo éste. —  Había una vez un pequeño pecesito al que le encantaba... —  comencé a leer cuando logré oír la puerta abriéndose y a mis jefes entrando por allí. —

Angus rápidamente se olvidó del cuento y corrió a abrazar a sus padres, lo que me hizo largar una pequeña risita. Cerré el libro dejando éste sobre el sofá.

—  ¿Cómo te fue con los niños, Kyra? —  Clodine se acercó a saludarme con una sonrisa, sosteniendo en sus brazos a Angus que la abrazaba. -

—  Mejor de lo que esperaba, ¿verdad Angus? —  largué una pequeña risita ladeando mi cabeza solo un poco. —

—  Sí, mami. Mañana vamos a ir al parque y luego por un helado. — miró a su madre sonriendo ampliamente. — 

—  Me alegra mucho que se hayan llevado bien. —  ella me sonrió de lado mientras luego miraba a Louis. —  Cariño, lleva a Kyra a su casa si quieres, ¿sí?

—  Oh, no, no se preocupe, señora. No me queda tan lejos, puedo ir caminando. —  arreglé mi cabello detrás de mi oreja, dedicándole una sonrisa de lado. —

—  Tampoco es molestia llevarte, adelante Kyra. —  Louis me hizo señas con su mano, guiñándome un ojo cuando su mujer se dio vuelta, una de mis cejas se alzó, ¿qué se creía éste tipo? —

Me despedí de Clodine y de Angus, dando un suspiro y saliendo de la casa detrás de él mientras comenzábamos a caminar a su lujoso auto que se encontraba en la entrada.

Call me, daddy. ♡L.TDonde viven las historias. Descúbrelo ahora