La última vez.

El cómplice.

     Ernesto y Matías se dirigieron rápidamente hasta el centro policial a mostrarle las pruebas a la PDI.

-Muy buen trabajo chicos, no dejan de sorprenderme. Por cierto, ¿saben quién es el otro sujeto?, no se puede ver bien en el vídeo.

-Lamentablemente no señor, cuando los vi tampoco pude saber de quién se trataba.

-Bueno, gracias de todos modos, iré a la casa de Samuel Espinoza con otros policías más. Adiós.

     Cuando los detectives llegaron a su casa, analizaron el vídeo para ver si podían encontrar algo y saber quien era el cómplice.

-Es inútil Ernesto, no se ve nada, además, la calidad de tu cámara… ehh…

-Tú siempre tan pesimista.

-Lo único que se ve del sujeto es una silueta y ya, dejemos que la PDI se encargue de esto esta vez, cuando atrapen a Samuel lo van a interrogar y él confesará quien es su cómplice, no te adelantes. Acepta que tengo la razón.

-Tú crees tener la razón siempre.

-Bueno ya, hemos estado siempre investigando, esta semana no dejamos de espiar a Samuel y a Antonio, ahora merecemos descansar, ¿vamos a tu local favorito a comer algo?

-Está bien, aunque, primero deberíamos ir a contarle a Antonio sobre que el asesino de su novia y va a ir tras las rejas.

-Bueno bueno… pero después a relajarnos.

     Ambos se fueron en dirección a la casa de Antonio, lo que vieron los dejó en shock.
-¡SUELTENME! ¡SUELTENME! ¡Samuel, maldito traidor! - decía Antonio mientras era llevado por la policía.
-Tienes derecho a guardar silencio, todo lo que digas puede ser usado en tu contra.