—Había un viejo amargado que odiaba Halloween. Una niña poseída pasaba tocando todas las puertas preguntando «¿Dulce o posesión?», todos le daban dulces, pero ese viejo no. Y la chica lo poseyó...
Tocan la puerta.
La chica se levanta y la abre.
—¿Dulce o posesión?
—No caeré en ese juego. Además, no tengo dulces.
La niña sonríe malévolamente y se lanza encima de la chica. Mientras la chica grita, la niña la posee pasándole el espíritu a través de un vómito de sangre.
Escrito por: @sfchamale
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Relatos de Terror.
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