One-Shots BTS SKZ EXO GOT7 (Lemon+18) | Radioactive_Kai|

×MINSUNG: Side Effects

"Querida madre.

Hace unos años conocí a un chico maravilloso. Creo que te encantaría si los conocieras, es la única persona capaz de hacerme olvidar todo. Se cuela en mí, me embriaga y cada vez que se acerca a mí, siento una tranquilidad que nadie me aportaba.

No te lo he contado antes, madre, porque se lo que opinas de mis preferencias, cuantas veces me calificaste de impuro, pecador y satánico.

Mientras vivías, me contuve. Sólo estuve con un chico. Trataba de salir con mujeres, me engañé a mi mismo, tratando de intimar con ellas cuando realmente era un hombre lo que quería en mi cama una noche sí y la otra también.

Intentaba no decepcionarte, pero eso no funcionó.

Cuando me dejaste, no te lloré. No me deprimí. No estuve ni alegre ni triste.
Supongo que es lo que pasa cuando estas obligado a amar a unos padres que no te aman. Papá no vino a tu entierro. Yo tampoco quería.

Cuando volví a casa, mi padre se estaba acostándose con otra mujer, en la misma cama en la que habías perdido la vida días antes. A él no le importó. Se fue con ella, vendió la casa y me dejó solo.

Sin dinero, sin hogar, sin familia, sin comida y sin ganas de vivir

Estaba sentado en un banco cuando lo ví. Su sonrisa deslumbrante. El cabello rubio. La piel suave, los ojos oscuros, la bondad con la que se me acercó, a pesar de yo estar delgado, sucio y solo.

Tomó mi mano, me llevó a un restaurante y me dijo que pudiera lo que quisiera. Cuando le respondí que no tenía dinero, se echó a reír, y juro que su risa suena como los Ángeles.

Pedimos comida y comenzamos a hablar. Le conté toda la historia, todo lo que había pasado, y me enteré de que su familia tenía una empresa de construcción, y que en ese momento podía ofrecerme un piso a cambio de que trabajara con ellos.

Acepté encantado. Tomó mis manos y me sonrojé al instante. Apenas escuche cuando preguntó por mi nombre. Mi cabeza zumbaba, y cuando tartamudeé "Minho", apretó con suavidad mis temblorosas manos.

Todavía recuerdo su " Encantado de conocerte, Minho. Soy Jisung". Como si fuese una persona. En ese insta te, mi cabeza comenzó a girar. Sentí como si me fuera a desmayar, pero él se sentó a mi lado, he hizo que apoyar la frente en su clavícula.

Comencé a llorar, sin saber porqué. Tal vez porque no había tomado mis pastillas desde hacía días.
Lo abracé con fuerza y con miedo a que me apartara, pero el solo hundió la cara en mi pelo y me rodeó también. Él era la droga más dura que probé jamas, y puedo afirmar que algo adicto a él.

No quiero, no puedo dejarlo. Es como el aire que respiro.

Sé, querida madre, que tú no lo aprobarías. Pero tú ya no estás.

He decidido que quiero ser feliz. Y Jisung me hace feliz.

Tu hijo desgraciado

Lee Minho"

Acabé de escribir la carta, pero enseguida la quemé. Lo único que esa señora había dejado en mi vida, eran los efectos secundarios de los antidepresivos que tomaba.

Sonó la puerta y entró Jisung. Se acercó a mí rápidamente y besó mis labios con cuidado. después, secó las lágrimas de las que no era consciente, se sentó en mi regazo y me abrazó fuerte, muy fuerte.

Comencé a lloriquear como un niño pequeño, aunque no me importaba. Tenía a Jisung. Él es mi munto. Lo amo con todo mi corazón, y sé que él me ama de igual manera.

No sé cuanto tiempo estuvimos así, pero cuando levanté la cabeza, él estaba mirándome.

Volví a besarlo, más profundamente. Me respondió con ímpetu. Me la arreglé para levantarme con él encima, y cuando iba a tomarlo de las piernas, una de sus manos se dirigió a mi culo, apretándolo.

No pude hacer más que reírme.

Nos llevé a nuestra habitación. Él se revolvió en mis brazos, consiguiendo bajarse y empujándome con fuerza a la cama .

-¿Desde cuándo estás tan dominante? - Pregunté riendo.

- Creo que ya es hora de que yo te haga sentir bien ¿no? llevamos juntos cinco años, y siempre te preocupas más por mi placer que por el tuyo. - Me sonnrojé, era verdad. Nunca me quedé a medias, pero siempre que Sunggie intentaba hacer algo por mí, yo lo distraía con más caricias, o con más sexo. Sin saber porqué, sólo quiero que una persona tan increíble obtenga todo el placer que yo pueda ofrecerle.

Antes de que pudiera decir nada, Sung me había quitado la ropa. Intenté retirar la suya, pero me empujó con una fuerza que yo no sabía que tenía contra la cama y se desnudó por sí mismo.

Abrí la boca de nuevo, pero todo lo que salió fue un gemido necesitado, pues mi novio estaba agachado entre mis piernas, haciendo que tocara el cielo con los dedos. Bajé la vista con los ojos etrecerrados por el placer, y vi la boca de Jisung alrededor de mi miembro. Él me miraba fijamente ientras movía su cabeza de arriba a bajo, y puedo jurar que lo noté soriendo por mi reación.

Él cerró los ojos y continuó a lo suyo, con gotas de sudor bajando por su frente, y yo, sudando también, gemía su nombre como nunca, moví mis manos de las sábanas a su pelo, del pelo a sus hombros, y desde sus hobros fueron a parar a su pecho. Allí, rocé sus pezones con los dedos, él gimió con fuerza, pude ver como su miembro palpitaba y mordió suavemente mi glande. Aquello extrañamente me excitó más, por lo que seguí, hasta que agotadores minutos después, intenté avisarle, deirle que se apartara, pero volvió a morder, y me corrí en su boca.

Estaba exausto, no me imaginaba que se sentía así, pero me alegraba de haberlo hecho tantas veces para él.

Jisung me sonrió desde abajo, lo tomé de las mejillas y lo besé apasionadamente mientras lo recostaba en la cama.

Abrí sus piernas y me puse en medio. Su respiración era irregular y muy agitada, así que no lo hice sufrir más y, después de prepararlo rápidamente, mi hundí con cuidado en él.

Se tapó la boca con el antebrazo, que yo sustituí por mi boca.

Perdí la cuenta de cuántas dulces embestidas di en su interior, pero cada una iba acompañada de una mirada intensa, de un beso, un halago o un gemido. Eran respodidas con mas gemidos y sonrisas.

Él se fundió sobre los dos, y yo me derretí en su interior, al mismo tiempo en el que nos besábamos.

Porque yo, querida madre, ha sabido encontrar al hombre de mis sueños