I miss you

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A veces Vitalii sentía que venir a Moscú fué una de sus decisiones más estúpidas, pero también sabía que era necesario. Él sabía que necesita respirar nuevos aires aunque sea por unos días.

Más aún sabiendo que necesitaba tomar una decisión definitiva, su amiga tenía razón y eso es una de las cosas que más le jodia la mente. El haber perdido la asertividad, el haber dejado que un hombre le Jodiera la cabeza tan mal.

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—Deja de correr tras de él, si él no quiere nada contigo no merece que sigas gastando tiempo y dinero en él. —le había dicho Irina cuando de nueva cuenta fué a parar a su casa después de ver a Jakub. — Más parece una prostituta cara, de esas que les pagas por que te digan "papi"

—¿Pero qué está mal contigo?  —le gruñó a la rubia. —, Jakub no es una prostituta.

Los ojos de Irina se entornaron. —No lo creeré hasta que lo demuestres. ¡Dios, nene! Sólo debes pedirle que sea tu novio y ya, no te estoy diciendo que le pidas matrimonio ni nada por el estilo.

La incomodidad embargo el cuerpo de Vitalii en ese instante, y es que tanta fue la vergüenza que aún hoy la seguía sintiendo cada que pensaba en lo que le contó a la rubia.

Suspirando había decidido decirle a Irina lo que pasaba. —Ya lo he hecho.

—¿Ah? —le dejó confundida la mayor. —, ¿cómo así, nene?

—Pues... —alargó la palabra. —, ya se lo he pedido muchas veces, pero siempre me dice "¿para qué? Así estamos más que bien, no necesitamos un molesto título del que nos vamos a cansar después... Aún sin el podemos disfrutar de lo mismo, así que ¿para qué quererlo? "...

—¡Maldito! —chilló la rubia. —, ¿cómo te puede gustar alguien tan insoportable e insensible como él?

La rubia había seguido despotricando en lo que él se perdía en su mente, por que él sabía, lo sabía, que lo que Jakub y él tenían podía dar más. Sabía que entre ambos podía haber más, pero también se sentía inseguro.

Es que, mierda. Le había tomado mucho de sí pedirle que fuera su novio las veces que vinieron después de la primera, y solo para recibir negativas y risas. Era tan incómodo luego ver a Jakub, porque se sentía mal pero, aun así no podía dejar de verlo. Porque él se había enamorado del idiota polaco que no le importaba seguir jodiendo su mente y dañando su seguridad.

Jakub era una persona de gustos caros y a Vitalii jamás le importó darle lo que quería, porque sinceramente no le importaba eso, él se sentía bien cuando veía sorpresa y alegría en los ojos de Jakub cuando le daba un obsequio. Así como le encanto sentir los hermosos labios de Jakub sonriendo entre medio de un beso de agradecimiento.

Él definitivamente estaba demasiado mal.

—Vitya... —oyó la voz de Irina. Cuando volteó a verla ella estaba acunclillada frente a él, sus manos tomaron las suyas y los ojos de ella se llenaron de determinación. —, tengo programado un viaje a Moscú por dos semanas y vas a venir conmigo.

Recordó no entender porque fué que ella llegó  semejante conclusión. —¿De qué hablas? ¿Para qué iría yo a Moscú? ¡Ni siquiera trabajo contigo!

—Tú no trabajas en absoluto.

—¡Exacto!

—No importa, irás. —zanjó ella. — Y no, no voy a ceder en esto, nene debes hacerlo. Te mereces un poco de paz para poderr pensar más allá de unos ojos lindos y un cuerpo de ensueño, te mereces pensar en ti.

Y no queria....[Vitakub]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora