Jungkook fue un chico de dieciséis años, dando en la misma edad padre. Una vez describió la alegría de ser padre, a los dos meses de embarazo, se casó con Sihyeon.
Pero lamentablemente la chica, de la misma edad que Jungkook, 'murio', el peli-negro...
— ¿Cómo quieres ponerles?. —preguntó Jungkook a su esposa, si cómo escucharon, “esposa” , pues claro, les dieron la bendición de gemelos, una niña y un niño, algo que les encantó a los padres. Las niños para el peli-negro eran una alegría. Pero no decir de la chica, con tan solo 16 años y es mamá junto con Jeon.
— Para la niña, siempre quize el nombre Sabrina. —Sihyeon escogió ese nombre por el simple hecho de su hermana fallecida. Uno de los momentos más tristes para la chica, una cualidad de ella es que su madre es Coreana y su padre Latino. Esto lleva a decir que Sihyeon es mitad Coreana y mitad latina; pero eso no impide al estar con Jungkook. Después de todo, tenía más rasgos asiáticos que latinos, pero dejando eso, el amor es más importante; según la chica.
— Bien, entonces la niña es Sabrina —sonrió el chico peli-negro.
— Escoje tu, el nombre del niño.
Jungkook quedó en total silencio desifrando que nombre darle al niño. Tenía miles de nombres, pero uno de ellos siempre le llamó la atención, el dijo que cuando tuviera hijos, al niño lo llamaría Eunwoo.
— Que tal... ¿Eunwoo? —dijo Jeon con algo de duda, ya que pensó que a Sihyeon no le gustaría.
— Me parece bien. Entonces... Bienvenidos a una nueva vida, Sabrina e Eunwoo. —sonrió la chica al ver a sus hijos, junto con Jungkook. Los dos estaban más que felices por esta etapa que la vida les ofrecía.
El parto había sido hace 20 minutos, por lo tanto Sihyeon estaba muy débil, y apenas, puede hablar, una enfermera llegó, dijo que Jungkook debia salir de la habitación y dejar que la chica reposara. Sihyeon tenía ¡16 años! Ovio que tenia que reposar. El peli-negro salió con total normalidad de la sala donde se encontraba la chica. Lo mismo hisieron con los bebés, los llevaron a una sala aparte.
Pero, todo inicio tiene un fin ¿Verdad?.
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— Oye Jungkook, tranquilo.
— ¿¡Cómo quieres que esté tranquilo, Namjoon!? —dijo el peli-negro gritanto. Y tenia sus razones, una de ellas era Sihyeon, y sí; ella había fallecido un día después del parto. Algo muy trajico para Jungkook.
— Pero ellos no tienen la culpa de nada, ya te dijimos —habló esta vez SeokJin, o como a él le gusta ser llamado, Jin.
— ¡Dejen de decir eso! ¡Ellos dos tienen la culpa de todo! —señaló Jungkook a los dos niños que están en una carreola, al hacer este movimiento, ellos dos sonrieron.
— ¡Ya, cálmate, Jeon!
— ¡Esos niños por mi, están muertos!... —un color rojizo se hizo presente al presenciar la mano de Jin, agregando el sonido que causó, una cachetada duele menos , que la muerte de Sihyeon.
Después de eso Jungkook tomó la carreola donde estaban Sabrina e Eunwoo y se fueron quién sabe dónde.
— ¡Jungkook! ¡Vuelve aquí! —gritó Namjoon, pero no logró nada.
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— ¿Y ahora que hago con ustedes? —dijo Jungkook. Tenía miedo, estaba con los bebés frente a un puente lejos de la cuidad.
Los miró por un momento... Y lágrimas empezaron a salir, no paraban, esas lágrimas valían oro en ese momento, lágrimas que bajaban lentamente por las suaves y blanqueadas mejillas. Mejillas con pequeñas gotas de llanto. No se atrevería a lanzarse al puente, mucho menos a los niños. Eran sus hijos, ¡sus hijos!. Tenía que cuidarlos.
— No. No lo haré. —bajó del lugar donde estaba y se dedicó a seguir llorando mientras estaba con Sabrina e Eunwoo.
— Enserio perdón. —hablaba solo con los bebés. Sabía perfectamente que los niños no le entendían pero no importaba, porque se estaba disculpando.
— No quise.. de-decir eso de ustedes —le costaba hablar. Tenía lágrimas que no paraban, pero aún así, intentaba esforzarse.
— P-perdonenme porfavor.
Calló rendido de rodillas frente la carreola. No podía hacer más, cerró los ojos y se imaginó a Sihyeon con el.
— U-ustedes no tiene la culpa. —seguia desahogandose.
5 minutos más, y se levantó de donde estaba para tomar a los niños en brazos y llevarlos en su auto. Lo encendió, y el automóvil hizo su labor, avanzar para así ir al destino del conductor.
Minutos de camino y Jungkook llegó con una débil sonrisa en sus labios. Reconoció su error, no solo por sus palabras, si no que también por las acciones que iba a realizar.
Cuando entro a la casa, con lo primero que se encontró. Fue con sus padres, Jin, Namjoon y la hermana de Jungkook, Jiwoo. Todos estaba preocupados, muy preocupados. Pero al fin y a cabo todo se resolvió, o eso cree el peli-negro.
— Lo-lo siento —se disculpó el chico frente todos.
— ¿Estás bien? ¿No te pasó nada? —preguntó Jin, y se acercó a paso rápido donde Jungkook, cómo si el fuera la mamá.
— S-si, estoy bien —respondió.
Jungkook le dió los bebés a los papás y les besó la frente a cada uno de sus hijos.
— No merezco ser padre. No merezco cuidar a estos niños, no... No sé, que haría sin Sihyeon. —éste hagacho su cabeza y lágrimas yacían de nuevo en sus delicadas mejillas.
Jungkook no dijo más y se dirigió a su habitación, que aún permanecía en buen estado, cerró la puerta con fuerza y se deslizó en ésta. Enrolló sus piernas y se hagacho cubriéndose por completo el rostro, pensando que haría con Sabrina e Eunwoo.
Ese recuerdo siempre estará en Jeon, a pesar de los años anteriores, siempre lo recordará.