— ¿Ya están listos? —preguntó el padre a sus hijos; los estaba preparando para ir donde su tía, Jiwoo. Quién los cuidaba por mañana hasta tarde. Ya que Jeon tenía que trabajar en horario específico, siempre todas las mañanas de lunes a jueves, los iba a dejar con su hermana menor.
— Papá ¿No has visto mis muñecas? —dijo la niña de cuatro años haciendo un puchero adorable para el mayor. Pero lo que no sabía ella, era que el padre, botó a la basura esas muñecas. ¿Porque? Por el simple hecho que Sabrina jugaba con ellas. Pero a su imaginación. La niña siempre decía que esas muñecas eran pajera. ¡Pero Sabrina tenía cuatro años! ¿Que iba a saber ella sobre lo que estaba jugando?.
— No, no las eh visto. —mintió el peli-negro— Después te puedo comparar otras, por ahora, tienes que alistarte rápido. Se nos hará tarde.
La niña , cómo buena y obediente que era, en seguida hizo lo que su padre dijo.
— ¿Eunwoo? ¡¿Ya estás listo?! —gritó Jeon desde el primer piso. No pasaron ni cinco minutos cuando vio al niño bajar por las escaleras.
— Ya estoy listo papi. —Eunwoo dió una expandida y alegre sonrisa. Este niño mataría a cualquiera con su sonrisa dental. Era única, como la de su madre.
— Bien. Ve al auto, solo falta tu hermana. —el menor solo asintió y se dirigió a la puerta, la cual estaba cerrada.
— Papi... —el mensionado dió vuelta tras el llamado— no alcanzo. —Eunwoo dio un saltito para poder alcanzar el soporte de la puerta; no pudo lograrlo.
Jungkook soltó una pequeña risa y dió unos cuantos pasos para poder hacer el favor que su hijo le pidió. El menor agradeció y siguió su camino como el padre había ordenado.
Minutos después, Sabrina venía con sumo cuidado tras bajar las escaleras, ya que a ella se le dificultaba un poco más, pero se esforzaba ¿No? Eso era lo importante, no rendirte tan fácil.
Los tres ya se encontraban de camino para la casa de su tía, Sabrina e Eunwoo siempre estaba con una linda sonrisa tras el curso del camino. Risas permanecían entre los gemelos mientas que el padre solo escuchaba las cosas que decían.
— ¡Tía! —dijeron los niños tras ver a Jiwoo en la puerta de su casa esperándolos con los brazos abiertos.
— Niños.. —la de cabello platinado, dió un beso en la cabeza de los gemelos— pueden pasar, Yoongi está adentro en su habitación —habló la mujer de su hijo, puesto que ella era madre soltera, al igual que su hermano.
— Vendré a la misma hora. Porfavor cuidalos —pidió el peli-negro.
— Jungkook, los cuido como a mi vida a estos niños. No te preocupes.
Jeon solo asintió y miró el reloj que tenía en su muñeca.
— Tengo que irme, se me hará tarde para el trabajo. —Jeon solo dio un pequeño beso en la mejilla de su hermana y miró por adentro de la casa, para mirar a sus hijos.— ¡Adiós Sabrina! ¡Adiós Eunwoo! —este agitó sus manos y los niños hisieron el mismo gesto.
Jungkook se dirigió a su auto; habrioa puerta de ésta, giro un poco su cabeza para poder estar adentro del automóvil. Dió un suspiro y arreglo el saco negro que traía. Encendió el motor del carro y empezó a avanzar. En medio camino su celular sonó, dando un pequeño susto por parte de Jungkook.
— ¿Qué pasa ahora? —dijo Jungkook presionando la pantalla del celular y así poder contestar, el artefacto se posicionó e alta voz, para que así, el peli-negro no tuviera el teléfono en manos y resiviera una multa por manejar y hablar.
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Padre de dos hijos. \kookTae\
FanficJungkook fue un chico de dieciséis años, dando en la misma edad padre. Una vez describió la alegría de ser padre, a los dos meses de embarazo, se casó con Sihyeon. Pero lamentablemente la chica, de la misma edad que Jungkook, 'murio', el peli-negro...