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Un nuevo día había empezado, viernes para ser específicos, pero había un problema; estaba nublado, lo que significaba que en cualquier momento lloveria. Este día, Jungkook pretendía faltar al trabajo, pero no le dieron su deseo.

Ese día, tendrían mucho trabajo, le había dicho el señor Namjoon.

Pero no quedaba de otra. Y otro problema que le daba al padre, es que hoy Jiwoo no podría cuidar a sus hijos, ya que, dijo que llevaría a Yoongi al hospital, pues pescó un resfriado.

— Sabrina, Eunwoo —llamó el padre a sus hijos. El se hagacho a su altura y prosiguió— hoy tendrán que estar conmigo en el trabajo, les pido de favor, que no me vayan a desobedecer.

Los niños simplemente asintieron con una sonrisa.

Jungkook tomó de la mano de los menores, y se adentraron al edificio. Una vez adentro, tomaron el ascensor, y subieron al piso treinta y cuatro.

Al llegar a la oficina del peli-negro, dejo a Eunwoo y Sabrina en unas sillas. Todo era tranquilo, hasta que el niño habló.

— Papá que aburrido —hizo en ese mismo instante un puchero y tirando para atrás su cabeza del gran aburrimiento que se sentía en esa oficina.

Pero vamos, Sabrina e Eunwoo apenas tienen cuatro años. Necesitan algo para distraerse. Pero Jungkook tenía bajo sumo cuidado a esos dos, estaba en su trabajo, no en una guardería; y tuvo suerte que Namjoon tuvo compasión y los dejó estar en la empresa.

— ¡Jungkook! —dijo gritando Taehyung, entrando a la oficina del nombrado. Este cerró la puerta y con una sonrisa prosiguió— ¿Ya sabes sobre el nue..? ... ¿Quienes son ellos? —preguntó el castaño.

— Ellos con mis hijos, Tae.

El mayor se acercó a ellos y se arrodilló para estar a su altura. Primero miró a la niña.

— Hola princesa, ¿Cual es tu nombre?.

— Soy Sabrina —respondió con una sonrisa sin mostrar sus dientes.

Luego el castaño se dirigió donde el niño — Y tú, ¿Cual es tu nombre?.

— Eunwoo. —luego de presentarse el muchacho apretó las mejillas de ambos.

— Que lindos son, Jungkook. ¿Los dos son tuyos? —Taehyung se paró y caminó unos cuantos pasos hasta el escritorio del peli-negro.

— Si, lo son —después de esas palabras los volteó a ver y sacó una sonrisa más— por cierto ¿Que venías a decirme?.

— Oh sí, ¿No te has enterado? —el peli-negro negó— vendrá alguien nuevo a la empresa, dicen que ocupará el lugar de Chanyeol.

La única respuesta que tenía Jungkook era tener los ojos en blanco. ¿Enserio? ¿Chanyeol? ¿No podían llevarse a alguien más? Jackson por ejemplo.

— ¿¡Que!? ¿¡Chanyeol!? ¿¡Se irá!? —dijo desesperado Jungkook.

— Oye tranquilo, Namjoon le dió dos meses de vacaciones, y esos dos meses los remplazará el nuevo empleado. —trató de calmarlo Taehyung— además... ¿Porque tan preocupado por Chanyeol?

— ¿Que pregunta es esa Tae? Es mi amigo. —terminó por decir el contrario.

— Si tú lo dices —se encogió de brazos el castaño.

Medidas que iban pasando los minutos, venían las horas. Jiwoo había llamado que ya estaba disponible, para seguir cuidando de los menores. Pero el peli-negro dijo que no era necesario,porque todo el día la pasaría con ellos.

Ahora mismo estaban; SeokJin, Hoseok, Taehyung, Jungkook y los niños estaban en hora de almuerzo. ¿Qué? El padre no los dejaría con cualquiera y se iría a comer sin hacer nada.

— Entonces dices, que son tus hijos —habló el mayor de todos sentándose en una mesa donde puedan estar seis personas.

— Ya les dije que si —confirmó Jungkook.

Mientras que el padre le daba de comer a Eunwoo, Taehyung se ofreció para hacer lo mismo con Sabrina, por lo tanto se posó a la par del joven e hizo la misma acción.

— Saben algo.. —dijo Hoseok— ustedes dos, parecen padres. —y rápidamente los presentes en la mesa voltearon a ver a los señalados, Taehyung y Jungkook.

— ¿Qué cosas dices, Hoseok? —se hizo el ofendido el peli-negro.

— Hobi tiene razón, solo miren... Cada uno tiene un niño, están a la par dándoles de comer. Se ven adorables. —opinó está vez SeokJin.

— ¿Tú también Jin hyung?

— Solo digo —se encogió de hombros.

El día de trabajo había pasado volando en segundos, Sabrina e Eunwoo, la pasaron bien después de todo, al parecer les cayó tan bien el castaño, se estuvieron un buen rato con el mientras que Jungkook trabajaba

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El día de trabajo había pasado volando en segundos, Sabrina e Eunwoo, la pasaron bien después de todo, al parecer les cayó tan bien el castaño, se estuvieron un buen rato con el mientras que Jungkook trabajaba.

— ¿Son ellos? —señaló el chico con la cabeza detrás de unos árboles.

— Si, son ellos tres. Espera, espera —ésta tomó el hombro del contrario y bajó un poco los lentes de sol que traía, y para empezar, ni estaba haciendo sol, eran las cinco de la tarde, ¿A quien madres se le ocurre eso?. Qué mal gusto de vestir.

— ¿Que? ¿Que pasa? —preguntó desesperado el peli-rosa.

— ¿Quién es ese idiota que está con Jungkook, mi Jungkook y mis hijos? —se resaltó sobre las palabras "mi" y "mis". Enseguida, el chico volteó.

— El e-es... Taehyung —Jimin rápidamente salió de dónde estaba, pero Sihyeon fue mas fuerte y lo sostuvo de los brazos.

— ¿¡Que mierdas estás haciendo!? —gritó en voz baja, pues el peli-rosa, simplemente se le quedaba viendo.

— Tengo que ir. —fue lo único que dijo el.

— ¿¡Y dejarme aquí sola!?, No, tú te quedas —y sin más que decír, volvieron al mismo lugar donde estaban escondidos.

— Bueno Tae, tengo que irme —se despidió el menor.

— ¿Que? ¿Tan rápido? —hizo un puchero el castaño. Se había encariñado tanto con esos niños que hasta ya parecían suyos.

— Podemos vernos un día de estos, fin de semana ¿Te parece? —opinó el peli-negro.

— ¿Es una broma? ¡Claro que sí Jeon! —Taehyung daba pequeños saltos de alegría, que el parecía el niño.

Jimin lo vió y en ese instante sonrió con lástima. Puto

—Bien entonces nos vemos luego. —se terminó por despedir Jungkook.

— Adiós Kookie, bye Sabri...

— ¿Kookie? —sonrió curioso por el apodo.

— Oh eso, si, es un apodo que tenemos para ti, solo que no te lo decimos a menudo.

El chico solo sintió.

Minutos después Tae se había ido en su auto y lo mismo hizo Jungkook. Solo que Jimin y Sihyeon lo persiguieron en su vehículo también. Al llegar dejaron que el chico se adentrara a su casa junto con sus hijos, para después quedar un rato afuera y visualizar muy bien el lugar.

Padre de dos hijos. \kookTae\ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora