Harry y Ginny

Postre de Navidad

Una mañana, todos estaban en la sala, cada quien en lo suyo, Fred y George hablando en voz baja, Ron leyendo una revista de quidditch, Hermione repasando unos libros, Ginny viendo una revista y Harry viendo el fuego y pensando.

Ginny bajó la revista un minuto y miró a Harry, se veía muy preocupado, más bien, triste, quería hablar con él, pero, en primer lugar, no tenían mucha privacidad y en segundo, no sabía si él quería hablar de eso ahorita.

Ginny siguió normal, con su revista, pero con la única diferencia de que ya no prestaba atención a lo que leía, sólo se preguntaba si Harry estaría bien, ya tenía mucho tiempo de sólo ver el fuego y no decir ni una sola palabra.

Se decidió armar de valor, cerró su revista y se fue a sentar a su lado, le tocó el brazo y le susurró: -Ey, quieres hablar afuera?- -Harry asintió sin apartar la vista del fuego.

Ambos salieron por la puerta, lo que provocó que Ron y Hermione salieran de lo suyo y voltearan a ver, pero Ginny les hizo una seña que no pasaba nada.

Se sentaron en el suelo, bajo un árbol, sería mejor si no tuviera nieve, pero bueno, es lo que había.

-Harry, estas bien?- Harry con ojos cansados respondió: -Que? Si, claro ¿Por qué no lo estaría?- Se quedó viendo el pasto y comenzó a arrancarlo- Pues, bueno, empezando porque mi mamá te matará si ve lo que estás haciendo- Dijo Ginny fijándose en el hueco que podría quedar si Harry seguía arrancando.

-No lo entenderías Ginny- Ginny se molestó un poco por ese comentario, pero decidió mejor no decir nada, después de todo, estaba ahí porque Harry estaba mal y claramente se quería desahogar.

Así que Ginny respiró profundo. -Escucha, se que soy menor Harry, pero quiero que sepas que soy tu  amiga y puedes contar en lo que necesites conmigo, y aunque no sepa de lo que estés hablando, trataré de entenderte y no te juzgaré ¿Si?- Harry con lágrimas en los ojos se acercó a Ginny para abrazarla, Ginny cerró los ojos, pues sabía cuanto necesitaba él ese abrazo.

-Me contarás?- Dijo Ginny sonriendo para tratar de contagiarle la sonrisa, algo que no logró. -Claro-. -Bueno, entonces dígame paciente, que es lo que siente- Dijo Ginny con voz grave. Lo que provocó que una sonrisa cruzara el rostro de Harry.

-Sabes? Mejor quedemonos aqui un rato más, tal vez luego te contaré pero prefiero divertirme un rato- Ginny sonrió, claro que le preocupaba saber que era lo que le pasaba a Harry, pero mas que nada, sólo quería ver que él estuviera feliz.

Se estaban levantando y en eso Ginny resbaló a causa de la nieve. -Ohh esto me ha dado una idea!- Dijo Ginny en el piso con las piernas abiertas y sentada como niña pequeña. -Ven, vamos- Prosiguió Ginny poniéndose de pie y tomando a Harry de la mano.

Fueron al lago (Que en esos momentos estaba congelado) -Bueno, si nos enfermamos, por lo menos podré decir que valió la pena el momento- Ese momento, ese comentario, hizo que Harry se sintiera especial, era increíble, como una chica, que no era su mejor amiga, había notado que se sentía mal y estaba provocando, en cuestión de segundos una sensación de felicidad.

Ginny se deslizó desde la orilla a un poco más al centro del lago. Harry tenía miedo, así que Ginny lo tomó del brazo y lo jaló lo que provocó que se cayera, Ginny se lanzó a reír y terminó cayendo igual. Los dos se comenzaron a reir a carcajadas y así pasaron un buen rato y si paraban volvían a acordarse y seguían riendo.

No duraron mucho tiempo en el lago ya que Ginny comenzó a sentir frío y la Sra Weasley estaría muy preocupada.

-Gracias Ginny- Ginny miró a Harry con cara extrañada pero sonriente -Fuiste la única que notaste que no estaba bien y en sólo cuestión de minutos me haz hecho reír a carcajadas, créeme que nadie a logrado eso, no ni siquiera Ron- -Pues, no pasa nada Harry, para eso estamos-.