Harry y Ginny

El libro perdido

Harry, Ron y Hermione estaban sentados en el gran comedor, todos bien descansados excepto Harry, porque desde hace varias noches había tenido sueños algo extraños y no tan claros con los Weasley. 

-¡Señor Potter!- Harry se había quedado dormido en clase de transformaciones y la profesora McGonagall se había dado cuenta. Todos lo miraban. Tenía ganas de salir corriendo por la puerta o mágicamente desaparecer. -Lo siento mucho profesora, puede continuar- -Eso espero- Aunque la profesora lo dijo con tono serio, veía a Harry con una mirada de preocupación ya que no era la primera vez que lo veía que se dormía en una de sus clases, sin embargo, él no era así, definitivamente algo le estaba pasando. 

La profesora anunció que podían salir. A Harry se le cayeron los libros que tenía en el escritorio así que se dilató mas que los demás. -Te esperamos afuera, Harry- Le dijo Ron a Harry con la misma cara de preocupación  que antes tenía la profesora McGonagall. 

-Potter- Lo llamó la profesora desde su escritorio -Ven-. Harry pensó que lo iba a castigar por haberse dormido, ya que se imaginaba de que las otras veces también se había dado cuenta. -Te pasa algo?- Preguntó la profesora casi en un susurro y con los dedos entrelazados sobre su escritorio. -No has dormido bien?- Harry al principio se quedó callado mirando al suelo pero luego se decidió decirle a la profesora -La verdad es que no profesora- -Bueno, escucha Potter, tomate el día si? Pero necesito que luego te pongas al día con las tareas y deberes- -Gracias profesora, gracias, le prometo que entregaré los trabajos- Dicho esto, salió del aula de clases y la profesora McGonagall sonrió. 

Entró a la sala común y no vió a nadie, pasó directo a su habitación y se tiró a la cama para dormirse. 

Escuchaba una dulce risa a lo lejos, todo estaba blanco. -Harry?- volvían a reír. Una sombra de mujer se iba acercando, no le podía ver el rostro por la neblina, pero si sentía un aroma a flores, un aroma que sabía perfectamente a quien le pertenecía. A Ginny. Lo había sentido tanto ese verano que ya se había acostumbrado. 

-Vamos- Ahora la silueta ya era clara, se podía notar fácilmente una bella chica pelirroja de dentadura perfecta y bellos ojos color chocolate. Ginny le tendió la mano y él la agarró, iban caminando, no sabía realmente hacia donde, pues todo era blanco, pero de pronto todo se iba opacando...

-¡Harry!- -¡Harry!- Era Ron, Ron lo había tenido que ir a levantar de ese tan pacífico sueño. -Vamos! Despierta! Llegarás tarde al entrenamiento! Cierto! No lo recordaba, tenían entrenamiento de quidditch ese día, y lo peor, él era el capitán. Harry se levantó de un brinco de la cama lo que provocó que se mareara un poco. 

Llegaron al campo de quidditch donde estaban los demás jugadores excepto Ginny Weasley. Esto a Harry, sin saber por que, no le dió un buen presentimiento. -Psst! Demelza! Sabes dónde está Ginny?- -Pues... Mira, no te quiero dar muchos detalles pero... pues, estaba con Dean- Una rabia de saber de donde se apoderó de Harry. -Gracias- Dijo Harry con una voz áspera que no era para nada suya. Demelza se percató de que algo andaba mal y le pregutó: -Te pasa algo Harry?- -No, nada, estoy perfectamente bien- Dijo Harry con su voz normal otra vez. -Empezaremos sin Ginny ¡Todos a sus puestos! Ya saben lo que tienen que hacer!- Todos obedecieron la orden de Harry. 

Tras unos 10 minutos de entrenamiento, Ginny entró volando como un rayo en su escoba. Harry se percató pero la ignoró. -Lo siento! Lo siento! Tuve un percance!!- Harry se volteó y le dijo -No quiero excusas Weasley! 5 vueltas!!-. Harry se sentía muy mal al gritarle a Ginny, la tomaba como una hermanita, o bueno, eso creía. 

Ginny se maldijo y se fue a dar las 5 vueltas que Harry le pidió como castigo por haber llegado tarde.

-Hermione has visto mi libro??- Harry iba a leer y estudiar un poco pociones, pero no encontraba el libro, eso le preocupaba un poco a Harry ya que  le había agarrado cierto cariño al libro, pues le había ayudado mucho. -No Harry, no lo he visto, y si quieres mi opinión, siento que es mejor que no lo encuentres, te has encaprichado con ese libro! creo que pasas más con él que con nosotros- -No es verdad, y bueno, gracias, solo te pregunté si lo habías visto- Dijo Harry molesto y se fue a su habitación cerrando de un portazo. Se sentía raro, un poco aislado, últimamente se sentía demasiado enojado y no quería hablar con sus amigos, sentía que le llevaban la contraria.