Desempleo

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Me encontraba en mi casa, mirando hacia el techo, repasando todos los acontecimientos que me pasaron ese día y que hicieron de mi día el peor de mi vida. Todo comenzo cuando mi despertador no sono, me desperte unos minitos tarde, lo cual fue un milagro porque yo nunca me despierte temprano si no hay alarma, no habia gas para calentar el agua, así que no me bañe y sali corriendo a buscar el capuccino que toma mi jefe todas las mañanas sin falta. Cuando llegue a El Décimo (una empresa de periodismo y fotografía), mi jefe ya estaba enojado porque habiamos recivido una demanda el día de ayer, así que cuando me vio grito:

- Señor Jonasson! Venga acá inmediatamente!

Fui caminando sigilosamente hacia donde estaba el Señor Callesi que entro en su oficina, "oh no, esto no es nada bueno" pense, entre, cerre la puerta y le dejo el capuccino encima de su escritorio.

- Llegas tarde, otra ves - me dice despacio pero con su mirada, que tiraba fuego, taladrandome - esta es tu octava ves en este mes.

- Si lo se Señor pero...

- No me interrumpas! - me grita, yo me quedo callado al instante - bueno, veo que no estas muy interesado en seguir las reglas de esta empresa, y la primera de todad es la puntualidad, además - toma un sorbo de su capuccino - no me gusta que mi desayuno este frio.

- Señor le tengo un argumento muy valido de por que llegue tarde - digo nervioso.

- Si, lo se, siempre tienes uno, pero ahora no lo voy a escuchar - mira su escritorio y me pasa un sobre - estas despedido, aquí esta tu paga y todo. No te quiero volver a ver por aquí.

- Pe-pero Señor...

- LARGATE! - me grita tirandome el sobre que cae al piso, recojo el sobre y salgo de su oficina.

Al salir del edificio, me siento en una banca, no me gustaba trabajar en ese lugar pero no me contrataron en ningún otro lugar, a pesar de mis estudios de artes, periodismo, idiomas y artes visuales en Columbia University. Estaba pensando en como iba a reaccionar mi novia Lara, ella era dulce, una persona que no podria matar ni a una mosca, cariñosa, alegre, amable generosa, o eso era lo que yo creía.

En la noche cuando llegue de dar un paseo por Central Park encontre a Mia cocinando algo, entro en la cocina y le doy un dulce beso en los labios, ella sonrie, suspiro y me quedo mirando como cocina un tiempo.

- Qué sucede? - me pregunta dulcemente.

- Nada, debe de pasar algo para que te mire cocinar?

- No pero has estado muy callado - me dice y luego me mira - qué paso?

- Bueno, amm... tengo que contarte algo muy importante - ella me queda mirando - hoy me despidieron de El Décimo - digo un poco acelerado.

- QUE! - me grita - pero cómo, cuándo, por qué?

- Bueno Cómo? a gritos, Cuándo? hoy en la mañana, después de llegar tarde y Por qué? Porque era mi octavo atrazo y el Señor Callesi dice que no cumplo con los requisitos de estar en su empresa.

- ERES UN IDIOTA!

- Perdón? - pregunte confundido, quién era esa mujer?, qué hizo con mi novia?, ella nunca me hubiera dicho eso, ni siquiera en broma.

- ME ESCUCHASTE BIEN, ERES UN IDIOTA - camina furiosa hacia la pieza, saca una maleta y comienza a hechar todas sus cosas en ella.

- Perdón por preguntar pero, qué estas haciendo?

- Qué crees que hago? me voy - cierra la maleta, toma su abrigo y camina hacia la puerta de entrada - ya no quiero verte hasta que tengas una vida en la que no te sustente tu familia o amigos, yo necesito estar con alguien que sepa como valerse por si mismo - saca la llave de mi departamento de su llavero y me la deja en un mesa - adiós Harry.

Se va y yo quedo solo. Luego huelo a que algo se quema, voy a la cocina y veo que la comida se esta incendiando. 

- OH DIOS! - tomo el paño de cocina y apago el fuego de la sartén, suspiro - genial me quede sin novia, sin cocinera y sin comida.

Unas horas más tarde me voy a la cama, después de limpiar todo, me recuesto en la cama, pienso en Mia, yo si la amaba, con toda mi alma, nunca pensé que a ella solo le interesaba el dinero, ahora se la verdad ella solo me quería por mi billetera que servía solo para comprar sus caprichos y mantenerla viva. Luego de unos minutos me quedo dormido.

Trabajando en HollywoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora