El Anuncio

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A la mañana siguiente me despierto con una extraña sensación, con ganas de cambiar mi vida, que el pasado quede atrás, y empezar todo de nuevo. Decido levantarme, salgo a mi balcón y miro la vista de New York, las calles abarrotadas de autos y taxis, los miles de edificios que casi tocan el cielo, las personas que caminan hacia sus trabajos o hacia sus casas, suspiro, un trabajo solo eso me falta para poder sobrevivir un mes más en esta ciudad o si no el dueño del edificio me sacara a patadas de aquí por no pagar la renta. Me siento en la mesa de la cocina y busco en el diario un trabajo.

- Ayudante de Peluquero… no, Conserje… no, Travesti!!... definitivamente no – dejo el diario en la mesa y tomo un poco de mi café – No hay nada!! – digo enojado.

Me levanto de la mesa, comienzo a lavar la loza y cuando miro hacia fuera veo un anuncio en donde dice “Se necesita camarógrafo para empresa cinematográfica”.

- SI – digo y sin darme cuenta mi taza sale volando y cocando con la pared haciéndose añicos – demonios y era mi taza favorita.

Cuando termino de lavar, secar y guardar todo, llamo al número que sale en el cartel.

- Hola, sí, estoy llamando por el empleo de camarógrafo.

- Bueno señor tiene que enviarnos su currículo a este E-mail, ¿tiene para anotar? – dice una voz femenina.

- Si – busco rápido un lápiz y un papel.

- Emma.deever@hotmail.com Emma con doble M y Deever se escribe D E E V E R, ese es el correo de la contratista.

- Ok – digo anotando todo.

- Suerte – luego cuelga.

Corro y busco mi laptop, busco en mis archivos mi currículo, le doy unos retoques y lo envió al E-mail que me dio la chica. Cuando se envía le ruego a Dios (si es que hay uno) que me den el trabajo.

Trabajando en HollywoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora