Capítulo 3: Hazle el amor a la cámara.

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-Está bien,- dijo, bajando su mano. -Tenemos suficientes tomas para el calendario.

-Oh.- Emma no pudo ocultar su decepción cuando Elliot se paró. -Me estaba divirtiendo tanto, tenía la esperanza de que tuvieras que tomar algunas más.

Él la observó en silencio por un momento, entonces le dio una sonrisa perezosa. -Sólo porque tengamos suficiente para hacer el calendario, no significa que no pueda sacar algunas fotografías más. Y si te gustan algunas de esas, más que las otras, puedo simplemente usar PhotoShop para incluir a Nina más tarde.

Emma se mordió el labio inferior mientras consideraba su oferta. El estudio fotográfico había donado sus servicios para el refugio, así que realmente no debería ocupar más de su tiempo. Por otra parte, no todos los días un tipo ardiente le tomaba fotografías semidesnuda.

-Está bien,- dijo. -Pero sólo si estás seguro que no te molesta.

La boca de él se torció. -¿Si acaso me importa sacarle fotos a una hermosa mujer como tú? Es un trabajo difícil, lo admito, pero alguien tiene que hacerlo.

Ella rió, sus mejillas se colorearon ante el cumplido. Dios, este sujeto sabía exactamente qué decirle a una chica.

Elliot se agachó apoyándose en una rodilla frente a ella, con la cámara lista para usarla. -Bien, ahora que Nina salió de la habitación, muéstrame tu mejor mirada sensual.

Emma estaba muy segura de cómo ser sensual, así que decidió dar lo mejor de sí misma. Poniendo sus manos en el suelo frente a ella, se inclinó hacia delante para mostrarle un poco más de escote y lo miró por debajo de sus pestañas.

Él inmediatamente empezó a tomar fotos. -Oh sí, eso es de lo que hablo. Sigue así.

Ella se rió ante sus palabras, incapaz de evitarlo.

Se asomó por detrás de la cámara para lanzarle una mirada curiosa.
-¿Por qué te detienes? Estaba perfecto.

-No estoy tan segura si estoy haciendo una buena mirada sensual,- le contestó.

-No estoy de acuerdo. Y tampoco la cámara. Pero si no me crees, haz lo mismo y esta vez echa un vistazo al monitor.

Esperando no lucir tan ridícula como se sentía, Emma mantuvo la misma pose, luego miró el monitor después de que le tomara una foto. Lo que vio, la hizo mirar dos veces. Con sus carnosos labios entreabiertos, sus ojos medio escondidos bajo la espesa franja de pestañas negras, la parte superior de sus pechos cubiertos de encaje asomándose por sobre la bata de seda, no sólo no lucía ridícula, sino que parecía ser la exacta definición de sensualidad. Ese pensamiento envió otra corriente de excitación a través de su vagina.

-Hermosa,- dijo Elliot. -Ahora, deja caer un poco la bata por tus hombros para mí.

Emma hizo lo que le pidió, esperó a que le tomara otra fotografía, entonces, impulsivamente levantó su cabello con su mano libre y le lanzó un beso al aire por encima de su hombro.

Él se rió entre dientes. -Eso es. Muéstrame más. Diviértete con ello.

Ella bajó su mano, dejando caer el pelo por su espalda mientras cambiaba de posición. Apoyada con su cadera, se inclinó hacia delante para darle una sexy ven-acá mirada. Mientras lo hacía, la bata se deslizó hasta sus codos, exponiendo completamente su sostén de encaje ante la cámara y al hombre detrás de ésta. El gemido de aprobación de Elliot fue todo el estímulo que necesitó para seguir adelante. Rodando sobre su espalda, se apoyó con los codos y levantó sus piernas desnudas al aire.

-Mantén esa pose,- dijo Elliot mientras sacaba más fotos. -Muy bonito.

Olvidando el comentario anterior que le hizo a Nina, sobre no mostrar nada más que las piernas y un poco de hombros, Emma se vio a sí misma yendo por el cinturón de su bata. Pero entonces dudó. ¿Se atrevería? El sujetador y las bragas a juego que llevaba podrían considerarse diminutas, pero no eran tan distintas a un bikini, de esos que usualmente se ponía. Además, posar para unas fotografías subidas de tono era bastante divertido. Como si fuera su propia sesión fotográfica glamorosa.

Con los labios curvándose en una sonrisa traviesa, Emmalentamente desató el cinturón y dejó que la bata cayera para darle a Elliot y a su costosa cámara digital de alta tecnología, una buena y larga mirada a su cuerpo semi-desnudo. Por su acelerada respiración, ella tuvo el presentimiento que a él le gustaba lo que veía.

Rodando sobre su lado para enfrentarse a él, se apoyó sobre su codo y levantó su pierna superior hacia arriba. Mientras Elliot capturaba su pose con la cámara, ella observó el monitor y le complació ver lo sensual que se veía. A pesar de que siempre había sido bastante segura con su cuerpo, verse a sí misma de este modo la hizo sentirse incluso más sexy. Le recomendaría hacer esto a cualquier chica que buscara mejorar su imagen personal. Atrapando su labio inferior con los dientes, volvió su atención hacia Elliot y le lanzó una mirada provocativa.

-Oh sí, eso es,- dijo. -Hazle el amor a la cámara.

Emma no había pensado que lo que estaba haciendo era hacerle el amor a la cámara, pero esas palabras hicieron que su vagina temblara aún más entre sus piernas. Se preguntó si la idea de posar semidesnuda era lo que encontraba excitante, o si era en realidad el hacer esto frente a un hombre tan arrebatador como Elliot. Mientras ella se sentaba, decidió que era un poco de ambas.

Preguntándose qué tan juguetona podía ponerse con la picante sesión fotográfica, Emma lentamente pasó los dedos por su escote, luego cubrió sus pechos envueltos de raso con sus manos. Los pezones se endurecieron bajo la tela con su caricia, y tuvo que sofocar un pequeño gemido. Dios, cómo le gustaría quitarse el sujetador y simplemente darles un suave pellizco. La urgencia era demasiado poderosa para resistirse y se vio a sí misma intentando alcanzar su sostén para desabrocharlo. Sin embargo, una vez que sus dedos encontraron los ganchos, titubeó, no muy segura si debía continuar. Pero entonces vio un destello de anticipación en los ojos de Elliot y su pulso se aceleró agitadamente. Supo en ese momento que no se iba a detener.

Desenganchando los broches, perezosamente empujó unas de las correas, luego la otra por su hombro. Pero en vez de quitarse el corpiño de inmediato, cruzó sus brazos sobre sus pechos, se inclinó hace delante lo suficiente como para burlarse un poco de Elliot antes de hacer la gran revelación.

Elliot se acercó aún más, su dedo haciendo clic en el botón de disparo con furia. -¿Estás segura que nunca antes habías hecho esto?

-Estoy segura.- Ella ladeó un hombro hacia delante y le dio una linda mueca. -¿Por qué lo preguntas?

-Porque sabes exactamente cómo seducir a la cámara.

Emma se dio cuenta que se había olvidado de la cámara. En algún momento, esto se había convertido en seducir al hombre detrás de ésta. Se preguntaba si estaba funcionando. Decidiendo que había sólo una manera de descubrirlo, lentamente dejó caer su sostén para revelar sus pechos desnudos.

Elliot bajó la cámara para mirarla. -Maldición,- suspiró.

Ella le lanzó una tímida mirada y cruzó sus brazos por sobre sus pechos otra vez. -¿Fue demasiado para ser la primera sesión fotográfica?

La comisura de su boca se alzó mientras volvía a tomar fotos. -En lo absoluto.

-Bueno, en ese caso...

Dejando la frase sin terminar, Emma tranquilamente descruzó los brazos y acarició sus pechos. Ella tomó cada pezón rosa enrojecido entre el pulgar y el dedo índice y les dio un firme apretón. Un hormigueo de placer la atravesó y jadeó.

-Dios, eso es tan caliente,- dijo Elliot.

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