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Ya estábamos en julio, desde que Jimin se presentó ante mí no ha habido día que no piense en él, siempre está y cada vez que necesitaba estar junto a él, él llegaba, había iniciado una investigación por mi cuenta sobre los asesinatos que han estado ocurriendo en la zona, parte eran cercanos míos y claro que se trataba de algo contra mí, pero no sabía qué era.

Continué con los estudios en la universidad, realicé investigaciones, todo me llevaba a un alguien desconocido, no lo sabía, estaba tan carcomido en ello que me olvidé de Teo por un tiempo, pero al parecer era él quien estaba enojado conmigo. Lo último que supe de él fue que falleció una de sus tías, ya no era algo solo hacia mí, estaban matando a los seres queridos de los que más quiero. Por suerte no le había ocurrido nada malo a mi madre, lo más que tenía miedo era que asesinaran a la señora Raquel. Su fe era tan fuerte e increíble que nada malo le pasaría.


En la biblia de mi madre contenía la historia antes de cristo, los ángeles y demonios, los ángeles, seres hermosos y llamativos, con grandes ojos y alas de pájaro, se presentaban de distintas formas ante los humanos, la más común era un humano con alas blancas y bellos, pero por otra parte estaban los demonios, seres malignos que disfrutaban ver a los humanos torturarse o incluso suicidarse, se decía que los suicidios era gracias a la diversión de los demonios. Incluso existían los siete demonios de los siete pecados capitales.


Siete demonios...


Siete demonios, siete pecados, ¿Realmente existirá todo esto? La confirmación de que existían los ángeles con solo ver las alas de Jimin, afirmaba claramente que lo escrito en la biblia era real, aunque había diversas versiones a lo largo de los siglos e incluso milenios, algo tenían en común y es que la mayoría de estas cosas era real.

Todo el día estuve en el computador averiguando sobre esos demonios, lo que más llamaba mi atención eran las alas negras, claro que recordé la pluma en el baño de mi departamento, pero necesitaba más pistas y tomé las fotos de las evidencias de los asesinatos ocurridos, llegué a encontrar las fotos de mis padres al fallecer y en todas, te juro que en todas había una pluma negra de alguna u otra forma.

En el callejón, en la calle cerca del cuerpo de Alonso, en las afueras de la iglesia donde velaban a la tía de Teo, en el suelo de mi anterior casa, había plumas de demonio negras.


—Jimin, tengo que hablar contigo. —me dirigí a la sala de estar del departamento donde se encontraba el contrario mirando hacia la ventana para después verme.


—¿Qué ocurre?


—Es sobre los demonios. —Hubo un silencio en la sala y él suspiró bajando la cabeza, sabía que él me podía ayudar, pero no esperaba la respuesta que me tenía.


—Sabía que eras inteligente y que en cualquier momento lo descubrirías, tomó mucho tiempo, pero sí. —extendió sus alas blancas y brillantes, yo iba a continuar hablando, por suerte no seguí la conversación, sus alas blancas se transformaron a unas de color negro, oscuras como las plumas que estaban en las fotos, pero no creía que él fuera quien haya matado a todas esas personas, si tenía algo contra mí me hubiera asesinado desde un principio, ¿Qué estaba pasando? —Soy un demonio, no un ángel. —silencio hubo entre nosotros, no sabía como continuar la conversación.


—Entonces... ¿Qué? —no podía continuar hablando, tuve que sentarme en el sofá frente a él para procesar lo que estaba ocurriendo.

Alguien está viéndome [YM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora