Capítulo XXIX Por las Sombras

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-Ataquen.- dio la orden Shieda, a lo que todos los Ninjas de las Sombras se lanzaron contra la Reina Oscura

-El patético intento de un niño...- dijo Syndra empezando a manejar sus esferas de oscuridad contra sus enemigos, se mantenía, utilizando sus lazos de energía iónica para golpear a sus oponentes entre sí

Shieda, para romper la concentración de la soberana, se lanzó con ella usando su guadaña, logrando hacer un corte superficial en el estómago de la mujer, quién usó sus esferas para contraatacar al joven

Akali decidió asistirlo, usando un shuriken que se clavó en el brazo de la Soberana Oscura, entonces, esquivando todas las esferas que iban contra ella, Akali le encajó una patada justo en la mandíbula

Las numerosas esferas creadas previamente por Syndra desaparecieron, puesta la cantidad de energía usada en estas, quedando en únicamente tres esferas

Toda la Orden de las Sombras había preparado sus armas para asesinar a Syndra

Sin embargo, la hechicera se levantó y quitó su corona, mientras veía a la Orden con Gran furia en sus ojos

-Je... ¿Qué ocurre? ¿No pueden enfrentarme sin estar todos juntos?- una vez ella dijo esto, el suelo empezó a despedir un brillo color púrpura -No me hagan reír-

La magia utilizada hizo que del suelo saliesen numerosas estalactitas oscuras, que atravesaron el pecho de más de uno, otros lograron saltar justo a tiempo, pero en la caída, morían por el ataque

-¡Mierda!- gruñó Kayn, al tiempo que usaba su "Paso Sombrío" para mantenerse flotando en el aire. Sólo dejo tangible su mano para sostener a Akali

-Shieda... Gracias...- suspiró la kunoichi aliviada -Pero, ¿qué hay de los otros miembros de la Orden? Van a morir...-

-Así es... Apenas pude salvarte a ti. Hay que irnos, no puedo hacer nada por ellos- Shieda apretó sus dientes con fuerza mientras uno de sus shinobis caía

-¡MAESTRO KAYN!- gritó uno -¡HUYA AHORA! ¡REGRESE PARA DERROTARLA!-

-¡Estaremos bien a dónde vamos!- gritó otro -¡Consiga alianzas para vencerla!-

-Qué conmovedor... No tienes ni una semana como maestro y dan su vida por ti- se burló Syndra, viendo como todos sus oponentes caían y morían

-Volveré...- dijo haciendo a Akali intangible y empezando a caminar dentro una pared con ella -Volveré por ti...-

La hechicera deshizo las estalactitas que creó en el suelo, y empezó a caminar fuera del Templo, observando al horizonte, para ser más precisos, su castillo en lo alto de los cielos

Esta empezó a flotar hacia este, utilizando sus esferas como medio de levitación, mientras veía la sombra de Kayn y Akali entre árboles

-Tsk... Lo dejaré pasar- dijo la bruja sonriendo -Con una advertencia-

La hechicera lanzó una de sus esferas que golpeó a Akali en el rostro, cosa que, al mismo tiempo, Syndra acomodó su mandíbula ligeramente

-¿Cómo se le ocurre patear a su suegra? Eso resta puntos de nuera-

~x~

Z

ero se encontraba por los templos internos del Placidium. Tomando en cuenta que estaba buscando a Karma, la Iluminada, quién estaba supervisando la recuperación de Wukong

El alquimista entró sin cuidado alguno, viendo a varios lados a la vez, buscando algún rastro de alguien

-¡Ah! ¡Karma!- gritó una voz algo aguda, pero claramente masculina -¡Si me quitas la ropa lo sentiré más!-

Zero se extrañó bastante al escuchar estos gritos, y empezó a caminar hacia la habitación dónde los había escuchado, la escena que presenció es... Extravagante

Karma estaba de espaldas, con la cabeza gacha, mientras Wukong parecía retorcerse bastante, esta movía su cabeza hacia arriba y abajo

Karma estaba de espaldas, con la cabeza gacha, mientras Wukong parecía retorcerse bastante, esta movía su cabeza hacia arriba y abajo

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Zero mostró una clara sorpresa en su cara, y dijo, algo avergonzado -¿Interrumpo algo?-

Karma se levantó y miró hacia el alquimista, revelando que estaba sanando al simio, pero este no paraba de hacer ruido por ser un quejica

-Para nada, Zero, ¿qué te trae por aquí?- preguntó la ioniana acomodando su cabello

-Wukong. Irelia me pidió que lo buscara para ir a hablar con los vastayas-

-Ah, claro, estaba sanándolo. Hace poco sacó a algunas personas de aquí-

Wukong se puso de pie y le ofreció su mano al alquimista -¡Bien! ¡¿Qué estamos esperando?!-

-Hmp. Eres ruidoso- dijo Zero rechazando el saludo -Espero seas útil. Vámonos-

-Arsh, suenas como el Maestro Yi-

El Eco AlquímicoWhere stories live. Discover now