LA PRINCESA ROSE Y EL CABALLERO DON KEY

Capitulo 3 - El hechizo

El caballero se despidió de aquella hermosa princesa con un beso en la mejilla, monto el caballo que había tomado prestado de la granja de su amiga y se dirigió camino a la misma, sabia que le tomaría algunas horas volver. 

Cuando por fin Don Key llego a la granja su compañera no estaba, el se preguntaba donde podría estar, imaginaba fue al pueblo a comprar algunas provisiones ya que quizás el día anterior gasto la mayoría en pociones para los viajeros, al pasar las horas la joven bruja llego , algo cansada por el trajín del camino, trajo algunas compras y ofreció comida a su amigo, quien aceptó y le preguntó como le había ido, esta evadió la respuesta, Sin embargo Don Key no presto atención y comenzó a contar él como le había ido en el baile, contó que charlo con sus compañeros, bebió, contó chistes, canto y muy emocionado le contó también sobre Rose, esperando ella se emocionara también, y pudiera entenderlo ya que el conocia los sentimientos de ella hacia él, esperaba entendiera que sin querer se había enamorado. 

En ese momento la joven bruja sintió como si le echaran un balde de agua fría encima y sentía como un pinchazo en su corazón se hacia cada vez más grande y doloroso era como si tal decepción oscureciera su alma porque comenzó a sentir odio, pero no lo demostró, y le dijo a Don key que lo aceptaba pero que por favor se tomara con ella la última copa de vino, El asintió diciendo, "jaja tranquila no sera la última, yo estaré visitándote constantemente, después de todo somos amigos"...  Ella solo sonrió, y sirvió las copas le dio una a el y tomo la otra ella, luego de brindar y tomarse el vino ella permaneció callada el intentaba hacer alguna broma para hacerla reír pero no funcionaba, ademas se sentía algo extraño, la bruja se sentó a esperar que el ponqué que había metido al horno estuviera listo, en ese momento, Don Key se empezó a sentir realmente mal de un momento a otro se le empezaron a alargar las orejas, en su cara un hocico crecía, su espalda se encorvaba haciéndolo tener que ponerse en "4 patas" poco a poco él se estaba transformando en un "burro".