En el vestidor número 8 habían prendas de color rosa, muchas, en diferentes tonalidades.
Camisas muy delgadas, algunas transparentes, playeras largas y pudo percibir uno que otro Jeans negro.
Con el rabillo del ojo intento decifrar las tallas de la ropa. Eran prendas pequeñas, sus tallas coincidían con la sección de adolescentes... de chicas.
Estaba en el espejo, no le importaba demasiado el como quedaba la camisa de rayas con el pantalón de mezclilla.
Creía ser inoportuno si se quedaba más tiempo, temía que lo fueran a ver cambiándose, peor aún, que en el incidente se involucrara alguna chica.Tomo la chaqueta por encima de su hombro, levanto los mocasines negros y se dirigió apresuradamente a la salida.
El rechinido de una puerta lo detuvo, tal vez si sus músculos hubieran reaccionado con rapidez y no se hubiera quedado ahí, petrificado por el sonido, tal vez no hubiese volteado, solo para verificar si su teoría era acertada y que alguna dama estuviese confundida y se hubiera perdido. En el vestidor de varones.
La curiosidad mató al gato y el quedó flechado a primera vista.
–Esta bonito el color, ¿verdad?
Efectivamente, estaba precioso el color.
De sus ojos, de sus labios, de su cabello, de su piel.
Su cuerpo se conmovió, ¿Estaba muerto?
Entonces ¿Por qué veía ángeles?Le gustó demasiado, le gustó un chico.
–¡Namjoon! ¿Cuánto tiempo más me vas a hacer esperar? Yo aún falto de probarme las mudas de rop...
Y el chico de cabello oscuro pintando a negro sonrió divertido al ver al par de tontos que tenía ahí parados, viéndolo abrocharse la camisa de gaza holgada color rosa pastel.
-Mucho gustó, mi nombre es Jimin.
Dijo al tiempo en el que se terminaba de arreglar el cabello frente al espejo.El aire se volvió tenso, las miradas de los dos imbéciles que tenía al lado se intensificaron, dejando a Jimin confundido.
No sabían si la telequinesis existía, pero pueden jurar haberse escuchado al unisono decir
"Es mío".
Se estrecharon las manos dejando al chico del espejo aún más aturdido.
Ellos habían pactado un trato, un pacto que funcionaba desde su niñez, porque cuando ambos anhelaban lo mismo se estimulaban un tiempo acordé a la situación para obtener lo que querían. Un juego en dónde el más dominante ganaba. Aún no tenían predicho el tiempo pero ya habría tiempo para pensar bien en todas las reglas y condiciones.
–Mucho gustó Jimin, mi nombre es Yoongi.
Y el chico de cabello azulado a menta sonrió de manera ladina, rozando sus manos y dejando su escencia que pintaba acordé al tono de voz que emanaba.
–Mucho gustó Yoongi, ¿Y tú, como te llamas?
Pregunto el más pequeño al chico de cabellos rubios cenizos pintando a plata, dejando a Yoongi resoplando por quitarle importancia a su entrada triunfal.
–Mi nombre es Namjoon, el gusto es mío.
Y sonrió mostrando sus tiernos hoyuelos.
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❀En❀ 30 ❀días.❀
Teen FictionNo todos los días te topas con un chico modelo en un centro comercial. Bueno, no todos los días, es el indicado. ¿Estar con un chico? -No gracias- bufó Namjoon. -L- respondió Yoongi. -¿L? -De "le entró"- sonrió divertido Min. Park Jimin es el tipo...