60 Días. [bieber]

Día 25.

—DÍA 25—

Salgo de casa por la mañana.

A correr no, definitivamente.

Camino, solo camino; disfrutando el aire puro y la sensación de libertad.

Hace mucho que no me sentía de esa manera.

Aunque tengo que sentarme después de un rato.

Entonces un auto se detiene frente a mi; es un lindo auto brillante y negro. Toca el claxon y yo me levanto de la acera para mirar a la venta.

Con una enorme sonrisa, Justin me mira desde el interior del coche.

—¿Qué haces aquí?

—Camino.

—Luces mal.

—Eso no es amable.

—Me refiero a que luces cansada, Victoria. ¿Estás my lejos de tu casa?

—Hum…— no había notado lo mucho que había caminado.—Un poco.

—Vamos, sube. Te llevare por algo de beber y entonces a casa.

—Dr. Bieber, usted no estará insinuando que quiere que beba. ¿Cierto? Por que recuerde que estoy en mi lecho de muerte.  

—No, Victoria.— ríe tan armónicamente como recordaba.

Sonrió.

Subo al coche. Huele a nuevo. A cuero y a Justin.

—Entonces vamos.