60 Días. [bieber]

Día 44.

—DÍA 44—

Los rayos de sol atraviesan las cortinas de la habitación, pasándose en mi piel fría.

El aire fresco de la ciudad juega con la tela.   

Miro las diminutas pelusas, volando al campas de la brisa.

—Te amo, Victoria.

Me detengo en seco.

Miro a Justin, sentado a la orilla de su cama, con el pecho desnudo y un par de pantaloncillos deportivos.

Aclaro mi garganta.

— ¿Qué?

—Sé que es una locura…por un millón de razones. Pero lo hago. Te amo.

Con la el corazón bombeando sangre con gran velocidad, me muevo con cautela hasta donde él se encuentra.  

—No puedes hacerme eso.

— ¿Amarte? Victoria, estudie medicina y lo que aprendí sobre toda ley o razón; es que hay cosas en la vida, que no se pueden explicar.

—Justin. Tú no me puedes amar.

— ¿Por qué?

—Porque moriré en diecisiete días.

 

Justin me dijo que me amaba.

Yo hui.

No creí temerle a algo tanto como a la muerte.

Me equivocaba.

Temo tener a Justin y entonces tener que dejarlo ir, sin alguna otra opción.