Un día vino Miguelito y me dijo "Che Raúl, hace cuanto no vas al proctólogo?" y yo le dije "Mirá man yo que se a mi me gusta el paty marca Paty viste... No me va cualquiera"
Entonces Miguel se fue.
Ahí fue cuando vino Tito, rober Tito, y me invitó unos tragos... Una noche loca que se pone bien wacha.
No se como seguir la historia, pero me acuerdo que un día, en el campo, fui al campo, y me encontré con un vendedor de choris en la estación de Retiro. No era campo, pero no importa, somos todos pollo.
La cosa es que me enamoré de mi médico santiagueño, Don Cosme, que vendía patys muy ricos hechos con las tripas de su amada esposa Emilio.
Pero no saben como lo conocí...
La cosa es que fui al médico oculista, y la empleada se ve que me entendió "culista"... Que dolor. El que va al proctólogo sabe de dolor. Rectal. Mucho dolor rectal.
Pero más saben de dolor los uruguayos cuando se agarran a trompadas con los canguros en medio de la cancha de Boca. Sabías que Boquita es el mas grande? Bueno, yo tampoco, porque aguante Sacachispas man.
Esto es thrash, lo tuyo es shitpost.
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El proctólogo y tú
RomantikMi historia de amor con el proctólogo santiagueño que se volvió viral y me compré un sanguchito de bondiola con queso
