Ella no sabe que significa el amor entre dos personas que se aman mutuamente y están dispuestas a compartir el resto de su vida juntos, se preocupa únicamente por su hermana menor ya que es la única familia que le queda.
Él ha perdido sus memorias e...
Estar sentado frente a frente con una persona que se distrae hasta con un simple mosca que pasa volando por la habitación, era un poco incómodo y bastante molesto.
Pues eso le estaba sucediendo a la Pilar Invierno, ver como él Tokitō estaba viendo a una maldita mosca volar frente a sus narices le causaba una gran jaqueca.
Frunció levemente el ceño al notar como su hermana menor observaba fascinada al joven pilar. Sus grandes ojos azules observaban expectante, ansiosa por saber el siguiente movimiento que realizaría él de cabello con puntas mentoladas.
—Ey... —intentó llamar su atención -—. Oye...
Sayori ni se inmuto.
—¡Oye! —elevó la voz un poco más —. ¡Sayori te estoy hablando! —grito con varias venas resaltando en su frente, estaba furiosa.
—¿Eh? Si —su hermana menor volteó a verla saliendo de si trance.
—¿Sucede algo? Estás actuando extraño desde que llegó él —con su dedo índice apunto hacía él Tokitō.
—No sucede nada —negó repetidas veces con la cabeza.
—Eso espero... —luego miró al pequeño pilar que ahora las observaba atento —. ¿Y tú cómo demonios te convertiste en pilar a tan corta edad?
—De la misma manera que tu —contestó con simpleza.
—¿Así? ¿De cuál manera? —cerró los ojos mientras se cruzaba de brazos molesta —. Dime niño listo.
—No tengo por qué darte explicaciones, ni siquiera se quien eres.
Las palabras dichas por él de cabellos negros con puntas mentolados habían lastimado su orgullo de la peor manera.
Miró con odio al pequeño pilar, dio media vuelta y salió de la habitación dejando solos a ambos jóvenes juntos.
Tomó su arma, la acomodó a un lado de su cinturón y luego se coloco sus sandalias zori para poder salir de su casa. Estaba decidida a caminar para poder despejar su mente en cualquier absurdo y tonto pensamiento sobre su nuevo inquilino adolescente temporal.
Se dejó caer sobre la hierba al momento de que entró en el bosque, un hermoso lago se encontraba al frente de ella. Sus aguas eran cristalinas sin ningún tipo de impureza, solía venir a tomar duchas seguido cuando no tenia trabajo por hacer, pero ahora parecía que ya no podría disfrutar aquella tranquilidad que antes tenía por la tarea encargada de su patrón con él pequeño pilar.
Miró su reflejo en el agua, éstas se movían pacíficamente, tanto así que parecía que danzaban. Cerró los ojos, se recostó en el mismo lugar donde estaba sentada.
Se mantenía tranquila, hasta que sintió una presencia, abrió los ojos de golpe y se encontró con unos lindos ojos color menta carentes de brillo mirándola con aburrimiento.
Se ruborizó ante la cercanía del joven de cabello negro con puntas mentoladas.
—¡¿Qué demonios?! —chilló ____.
Sus reflejos actuaron al instante, se levantó con rapidez ocasionando que sus frentes chocarán en el acto. Sin piedad alguna, empujó al pequeño pilar al suelo.
Varias venas resaltaban en su frente por el enojo y sobre todo el susto que Muichirō había ocasionado sin intención alguna.
Muichirō observó con el ceño fruncido a la pilar mayor, frotaba su frente con la palma de su mano debido al golpe y también su trasero por tremendo sentón que se dio al ser empujado por ella.
—Idiota, ten más cuidado al acercarte a las demás personas —espeto molesta la pilar —. Y no invadas el espacio personal.
—Eres molesta —habló sin más él Tokitō.
—¿A qué has venido aquí?
—Sayori-san me dijo que le llamará —contestó con simpleza —. Este... —inclino su cabeza hacia un lado en señal de confusión.
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—_____ —frunció el ceño, varias venas comenzaron a marcarse en su frente, demostrando evidentemente que estaba molesta.
¿Cómo era posible que se haya aprendido el nombre de su hermana y el suyo no? Y sobre todo, la llamará tan fácilmente por su nombre de pila.
—No tengo deseos de ir, tengo cosas que hacer.
—¿Cómo era que se llamaba esa nube? —se preguntó así mismo el pequeño pilar observando el cielo lleno de nubes.
La cara de ____ era un gran poema en esos momentos, tenía un tic en el ojo y las venas que resaltaban en su frente, se extendieron por su rostro y se mostraban más.
—Eres insoportable, maldito niño —murmuró apretando los puños.
Dio media vuelta dispuesta a irse del tranquilo lugar, o bueno, eso era hasta que llegó el chico de cabello negro con puntas mentoladas.
Dio un paso al frente, hasta que sintió la cálida mano del joven tomar la suya.
—Sayori-san ha dicho que la comida está lista —habló con un tono tranquilo —. Se enfriará y te la tendrás que comer fría —arruinó el momento al momento de decir eso.
—... —una vez más, la expresión de ___ era un poema.
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Waaaa, esperó que les haya gustado el capiuwu
Y perdon por la tardanza, la inspiración va y viene :"(
