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Yoongi estaba totalmente cautivado, tan embelesado por la existencia del humano, que incluso había dejado un poco olvidado su trabajo. Si, el deber que siguió por más de mil años ahora era secundario y, ese humano de lindas mejillas, era lo primordial en su existencia.
En todas los cielos del mundo había escasez de estrellas. Fue tan extraño el suceso para la población terrestre que hacían reportajes, documentales y cientos de investigaciones para tratar de explicar el fenómeno. A Yoongi le causaba gracia. Si tan sólo esos seres diminutos supieran que todo era porque el creador de estrellas estaba ocupado sintiéndose embobado por un humano y que, por esa misma razón, no se movía de su localización.
Los "cada tres noches" se volvieron "cada noche de mi existencia". Él estaba ahí, viéndolo desde arriba, haciendo más y más estrellas para el bello humano, esforzándose el doble en su deber, pero solo por él.
Yoongi había pasado tanto tiempo en el cielo de noche de ese humano que parecía que sus estrellas reunidas brillaban incluso más que la luna. Ahora todas sus estrellas tenian "propietario", iban dirigidas a alguien.
Y así pasaron incluso meses, muchas de las estrellas del cielo de noche de diferentes partes del manto negro del mundo comenzaban a apagarse por su ausencia, pero a él no le importaba. Lo único que capturaba toda su atención en ese preciso momento era el humano. El humano y el por qué de su llegada tardía a su encuentro.
El creador de estrellas aún no comprendía totalmente las emociones y sentimientos que experimentaba respecto al humano, solo sabía que era muy preciado para él, así que no comprendía la opresión en su pecho que sentía en ese instante. El humano aún no llegaba. No estaba ni su manta color amarillo, ni el aparato gigante con el que observaba sus estrellas.
Yoongi se sentía afligido, ya era suficiente con extrañarlo durante el cielo de día, literalmente contaba la horas, minutos y segundos para poder verlo durante la noche y ahora no lo veía por ningún lado. Por un momento tuvo miedo, bueno ¿A quién quería engañar? Tenía mucho miedo. ¿Qué pasaría si Jimin nunca más aparecia? Se había acostumbrado tanto a su presencia, a no sentirse solo, que de tan solo pensar en eso se le cortó la respiración.
Con ese dolor constante Yoongi decidió seguir haciendo estrellas (con un brillo opaco) mientras esperaba, porque si, él iba a esperar todo el tiempo que se le fuera permitido, y si aún así así, no aparecía, iba a esperarlo toda su existencia porque ¿Qué sentido tendría su existencia sin el humano en ella?
El creo unas 100 estrellas (sinceramente, las peores de todo su trabajo) y espero lo que pareció una eternidad, el cielo de noche casi se iba, pero lo escuchó. Su voz, que se oía algo risueña, acompañada de otra voz.
—Ese idiota solo se acercó a ti ¿Quién se cree? —Gritaba la otra voz, que a comparación de la voz de su humano favorito, era mucho más grave.
Yoongi pudo escuchar la risita linda del humano y se acercó lo suficiente para verlo. Su corazón dio un vuelco. El rubio tenía las mejillas muy rojas, sus ojos brillaban como dos estrellas pequeñas, su sonrisa era preciosa, todo él era precioso. Yoongi deseaba poder ir y adorarlo de cerca.
—Solo estas ebrio y celoso, Taetae. —Siguió riendo, limpiándose una lágrima imaginaria.
—Bueno, en mi defensa tu también tomaste y yo le puse el ojo primero. —El tal, Taetae, hizo un puchero mientras le ayudaba a su amigo a sacar su manta amarilla al patio. —¿Te interesó de verdad?
—Mmm, estoy más interesado en ver las estrellas ahora mismo. —Dijo mientras sacaba el gran aparato que utilizaba para ver el cielo de noche. Yoongi en ese instante sintió vergüenza. ¡Sus estrellas estaban horribles! Así que, rápidamente, comenzó a arreglar su desastre con nuevas estrellas, más bonitas y resplandecientes, todo para el rubiecito.
—¿Por qué no podemos dormir adentro de tu cuarto, en una cama, como unos adolescentes normales? —El pelirrojo se acostó sobre la manta con la vista hacia el cielo. —Son solo bolas brillantes sin sentido.
—Porque, número 1, hoy no pude ver las estrellas en casi toda la noche, y número 2, no son bolas brillantes sin sentido. —Se acercó al aparato, ajustandolo. —Son creaciones preciosas.
Y ahí estaba de nuevo esa sensación en el pecho de Yoongi. Una calidez abrumadora por unos segundos, y un leve mareo dejándolo atontado. Ese pequeño humano le estaba causando daños a su salud, tal vez debería alejarse, tal vez debería sentir miedo, pero, Yoongi estaba totalmente enganchado ahí.
—Tu eres precioso. —Susurro el creador de estrellas a la nada. Y todo lo que tuvo que esperar por la llegada del rubio pareció ser nada, ahora que lo veía fijamente, mientras hacía más y más brillante las estrellas, viendo como el humano mantenía una sonrisa sutil en su rostro. Ambos viéndose sin verse realmente.
—Dios, Jimin, que cursi. —Se quejo el pelirrojo.
Jimin, ese nombre resonó en Yoongi. Por fin pudo saber cómo se llamaba esa linda criatura. Jimin, Jimin, Jimin.
—¿Qué mierda pasa con las estrellas? —Dijo sorprendido Taetae. Y es que, por la emoción de Yoongi, todas las esferitas brillantes habían comenzado a temblar intensamente y el creador de estrellas no podía manejarlo.
Jimin comenzó a reír al ver a su amigo asustado. —No lo sé, pero lo amo, las estrellas me transmiten amor de cualquier forma.
"Amor", todo este tiempo Yoongi quiso que Jimin le diera algún significado a sus estrellas, aún si saber realmente que significaban para él mismo, pero en ese momento lo supo.
Yoongi ahora sabía que sus estrellas significaban amor.
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creador de estrellas ✧ yoonmin
Fanfiction❝Alguna vez te preguntaste ¿De dónde vienen las estrellas? ¿Por qué, al mirar por tu ventana, parece que están colocadas justo en el lugar preciso donde deberían de estar? Estas preguntas son fáciles de responder, todo es gracias al creador de estre...