El 7 de junio es un fecha que no se me olvidará jamás. Ese es el día en que mi esposo vino a la vida pero también el día en que le arrebataron a sus padres.
He decidido desde la noche anterior, despertarme muy temprano para prepararle una tarta de durazno en complicidad con Francis.
Así que cuando el alba ha llegado, ya yo me encuentro preparada para levantarme de la cama y vestirme en cuestión de segundos, bajar a la cocina y realizar la sorpresa.En el momento en que llegó al lugar, Francis ya me espera fuera y me invita a ingresar apresuradamente.
- El rey despierta muy temprano así que debemos comenzar lo antes posible. - Dice una vez estamos dentro.
Las cocineras ya tiene todo preparado para nosotros y mientras se reverencian por mi presencia yo solo ruego que me ayuden a entregar una tartaleta perfecta.
Cada quien en un ritmo sincronizado comienza a explicar la preparación del tan anhelado platillo de Magnus, por lo que nada resultó siendo un caos, pero aún así lo que más problemas me causó fue probar la mezcla del postre, pues a decir verdad odio el durazno y todo lo que tenga que ver con el, a excepción de las flores.
Mientras estábamos en plena cocción una doncella llega a la cocina para llevar el desayuno del rey Lacrontte quien ya ha despertado y ha pedido su comida de inmediato.
Minutos más tarde ya todo está listo y la tarta horneada a la perfección se sirve en una porción adecuada para la mañana, por lo que salgo directo al comedor donde ya Magnus espera terminando su desayuno.
- Buenos días. - Saludo una vez que llego al salón.
- Hola. - Dice él expectante.
- Te he preparado una tarta de durazno.
- Esta bien. - Espeta sorprendido.
Lo observo con una expresión de inconformismo ante su apático comportamiento.
- Se dice, Gracias. - Digo con ironía.
- Gracias, esposa. - Responde, correspondiendo a mi pedido.
Por mas que pensé y pensé que podría darle por su cumpleaños sin que supiera que lo sé, nada se me vino a la mente, por lo que esto supone ser la mejor opción.
Mando a poner el plato en la mesa y noto como lo observa con recelo y mientras toma el tenedor dirige su atención a Francis.
- ¿Has probado esto ya? Quizás le haya agregado algo para envenenarme y quedarse con el reino. - Dice con burla.
Lo reprendo con la mirada, ante su tonto chiste. ¿Por qué no puede tomarme en serio?
- ¿Qué? - Pregunta con fingida inocencia. - Es lo que yo haría.
- No tengo dudas. - Respondo sentándome a su lado para tomar mi desayuno.
Magnus consume la tartaleta con una fascinación increíble que me hace sentir satisfecha por el resultado entregado. Él levanta sus ojos hacia mi y dejando la cuchara en su lugar, pregunta:
- ¿Esto a qué se debe?
- Solo fue un detalle. - Respondo sintiéndome en el paredón.
- Dame la razón.
- Sé cuanto te gusta y quise honrarte.
- ¿Tú no quieres una pieza? - Pregunta cortésmente.
- No me gusta la tarta durazno.
Al escuchar aquello, Magnus hace a un lado el plato y me mira como si hubiese yo hubiese dicho la peor atrocidad sobre la tierra.
- ¿Qué? - Pregunta incrédulo. - ¿Cómo puede no gustarte?
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Las cadenas del Rey. [Rey 2]
General FictionLa hija de los perfumistas Malhore ahora vive en el palacio, después de ser traicionada por quien creía era el amor de su vida. Siendo prisionera del nuevo Rey Stefan Denavritz, Emily empezará a envolver su corazón en una guerra de sentimientos, cua...