Hasta que la vida quiera...

Capítulo 1

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-¡¡Rápido todos tienen que bajar del avión!! -gritaste desesperada en cuánto estuviste dentro de la ave de metal.

-¿Señorita se encuentra bien? -pregunto la azafata.

-¡¡Carajo salgan ya!! -miraste hacía atrás, los pasajeros ya estaban sobre el puente de abordaje y el avión avanzó.

-¿Qué ésta pasando? -se cuestionaron las trabajadoras.

-Julieta ve a hablar con el piloto -ésta obedeció.

-¡¿Qué no se dan cuenta que están secuestrando el avión?! -gritaste desesperada.

El movimiento brusco del avión al despegar hizo que todas cayeran al suelo.

Te sujetaste con fuerza de uno de los asientos ya que el aire quería expulsarte del avión y logró hacerlo con tres de las azafatas.

Al tomar altura la fuerza del viento disminuyó y lograste llegar a la cabina de mando, al cerrar la puerta cortaste la corriente de aire y al girar viste dos cuerpos tirados en el suelo y por cómo están vestidos sabes que es el piloto y su acompañante. No podías créer que el era capaz de eso, pasaste saliva y caminaste por el pequeño pasillo, retiraste la cortina que te separaba de la cabina.

Y ahí estaba el, al mando del avión, aquel chico rubio que hacía que tu corazón se acelerara pero ahora sus acciones lo hacian irreconocible. Su mirada llena de odio se mantenía fija en el frente.

-Kenning -llamaste su atención.

-¡TN! -se sobresaltó y giró la cabeza para observarte -¡¿qué haces aqui!?!

-¡¿Qué qué hago aquí?! ¡Intento evitar que hagas una tontería! ¡Eso hago!

-¡¿Demostrar que no soy un inútil y fracasado es una tontería?!

-Ésta no es la manera, Kenning por favor detente.

-¡No! -grito mientras lágrimas salían de sus ojos.

Las ganas de llorar se hicieron presentes en ti, te dolía tanto verlo sufrir, ver lo que las personas lo orillaron hacer, ver como cada día la persona que amas lucha para poder mantenerse de pie en un mundo de ciegos que no ven el maravilloso e inteligente ser que es...

Tu eras la única amiga que el tenía, siempre lo apoyaste, consolaste y ayudaste a seguir adelante. Sabes perfectamente que ésta no es la manera de demostrar quién es y que traerá más problemas en un futuro tanto con la ley como con el pero aún así luchaste por tener el control del la aeronave. Forsejearon un poco en el volante pero no conseguiste nada más que el te apuntará con un arma. Alzaste los brazos y retrocediste.

-Kenning... -susurraste, no lo podías créer ¿de verdad sería capaz de disparate?

-Perdóname TN pero ya no hay marcha atrás -cargó el arma y disparó pero no a ti si no a la cerradura de  puerta que se encontraba a un lado de tu espalda para que se abriera, en cuestión de segundos el aire comenzó a jalarte y afortunadamente lograste sujetarte de un extintor. El aire termino por llevarse la puerta y está fue succionada por la turbina ocasionando que ésta explotara, desequilibrando el avión.

El, al usar el cinturón logro mantenerse firme al volante y al ver lo que ocasiono no le quedó otra opción, ya sabía cuál sería su final así que al menos te salvaría, a ti quien siempre fue su amor no correspondido o al menos eso siempre pensó el.

-TN... -sus ojos cristalinos se encontraron con los tuyos -te-te te amo -sus mejillas se tiñeron de un color carmesí.

Abriste los ojos como platos, no podías creerlo -Kenning...