I miss you

48. No te vayas de nuevo.

Jimin lo observaba incrédulo.

- ¿Pero tú no me creías capaz de algo así?

Jimin se dio la vuelta, con la esperanza de que el aire frío lo despejará.

- Jimin, yo siempre creí que tu me odiabas, después de todo lo idiota que había sido contigo, tu me sonreiste y me ayudaste a levantarme, yo no sabía que era lo que sucedía... yo creía que fingías.

- ¡Oh Dios!, si lo creíste.

Jimin bajó la mirada y se río internamente, es que todo parecía en verdad una retorcida venganza.

- Pero me moviste mi mundo por completo, todo aquello que yo guardaba en mi corazón y mi mente, todo lo que yo bloqueaba para no sufrir salió en cuanto te vi.

A Jimin se le borró la sonrisa y se volvió a sentar a su lado, de nuevo sentía que lo quería proteger pero, eso había sucedido en el pasado, no podía más que escucharlo.

- Hay una razón por la cual yo decidí bloquear todo  Jimin.

- ¿Cuál?

- Nunca fue mi intensión olvidarte, créeme, no podría desear algo así, tu nunca me hiciste algún daño, yo podía pensarte con amor... pero todo cambiaba cuando recordaba lo que yo te hice, todo se volvía gris. La primera vez que me sucedió fue estando en Japón.

- No entiendo.

Jimin lo veía preocupado en verdad. Jungkook lo miró triste.

- Jimin, la primera vez que sufrí un ataque de pánico no le tomé mucha importancia, pero después estos fueron más seguido y más fuertes.

- ¿Qué era lo que sentías?

- Cuando yo recordaba todos mis errores la culpa me atormentaba tanto que no podía respirar, mi corazón se aceleraba, comenzaba a sudar y empezaba a temblar... la sensación podía durar minutos.

- Eso debió ser horrible.

- Cuando regresé de Japón no podía más... los ataques eran casi a diario.

- No debiste torturarte de aquella manera.

- ¡Cómo no hacerlo!, por eso fue que cuando mis padres me obligaron a venir a Seúl, supe que si seguía de nuevo por el mismo rumbo no podría cumplir lo que ellos me impusieron. Así que tuve que dejar de pensar en todo lo sucedido. Tuve que solo vivir en automático, no me importó estudiar Derecho, nada me hacía feliz, nunca volví a sentirme feliz como cuando estuve contigo.

Jimin tomó su mano de nuevo y la apretó.

Sus palabras estaban tocando su alma.

- Cuando vi que me sonreiste... todo aquello volvió a salir, volví a sentir aquellos primeros síntomas de los ataques de pánico... yo no podía creer que fueras tú, yo quería creer que sólo eras alguien que se parecía a mi antiguo amigo... pero todo mi mundo tranquilo, toda mi falsa paz se acabó cuando confirmé que sí eras tú...

- ¿Volviste a sentir un ataque?

- No, mi mente se enfocó en tratar de entender que era lo que sucedía. Nunca pensé que en verdad no me recordaras.

Jimin se levantó, se había dado cuenta que su mano ahora estaba caliente por el tacto del pelinegro.

- Te pedí que me tatuaras.

- Todo lo que quería era desenmascararte, quería saber por qué era que estabas de nuevo en mi vida. Si me odiabas por que regresabas, por que querías torturarme de esa manera, pero tu parecías tan sincero, estaba muy confundido.