Yggdrasil's Childs

1.Nuevo ingreso.

Un chico de cabello blanco veía atónito un cartel lleno de nombres, encima de ellos estaba un gran título que todos podían ver "Ingresados de la academia Westbrook", con manos temblorosas el chico veía su nombre en esta.

—Entre...

El chico no podía creer lo que veía sus ojos. Los gritos de felicidad de los que lograron ingresar, el llanto de los que no lo lograron se volvieron mudos tes sus oídos.
Sam Arima estaba escrito en aquella lista.

—¿Que hago ahora? —se pregunta con una sonrisa nerviosa.

El joven Sam deja caer una lista de preparatorias comunes al ver dicho evento.
Una mujer joven sale ante todos los jóvenes que estaban presentes y con un megáfono les llama la atención.

—¡Atención! ¡Aquellos que hayan sido aceptados deben formarse en la puerta de la academia! ¡Se les hará entrega de un documento que confirmara su aceptación!

La mujer se le hizo conocida a Sam, al momento corrió hacia ella y finalmente supo quien era.

—¡Susan!

La mujer voltea a ver a quien le hablaba.

—Sam ¿qué haces aquí?
—Vine a ver los resultados de los pruebas de energía magica.

Las pruebas de energía, eran pruebas que se hacían cada año en los meses de diciembre para saber que personas han manifestado poderes mágicos para ser enviados a escuelas especializadas para que sepan usarlos y guiarlos para que no los usen de manera incorrecta.
Había personas que en ninguna prueba manifestó algo hasta el punto de que dejaron de asistir a ellas y otras que han sido lo contrario, que durante años no han manifestado poderes y de la nada tienen ahora. Debido a esta inconsistencia se hace la prueba anualmente.

—¿Que pasa? ¿No pasaste la prueba? —le pregunta firmemente— Lastimas, pero debes irte porque los que ingresaron...
—Sí ingrese —le interrumpe Sam.

Susan lo mira en sorpresa pero logra recobrar su postura firme tras los segundos que se quebrantó.

—Ahem —aclara su garganta— necesito tu número.
—Este —Sam mira la lista de nuevo— es 0645.

La mujer busca el numero en una lista que tenía a mano y vio el nombre del joven.

—Ingresaste —dice la mujer sin creer lo que veía sus ojos.
—Así es, por eso me.preguntaba si no hubo un error...
—No —le interrumpe cortante Susan— de acuerdo a la prueba fuiste de los de mayor poder este año. De hecho, nadie había llegado a estos números antes.
—Pero jamás he hecho magia.
—Los poderes se manifiestan de manera irregular, al parecer los tuyos ya se manifestaron.

"Bueno, se que en la familia por lo menos nacen dos magos pero jamás pensé que sería uno de ellos" —piensa Sam.

—Sigueme —le ordena la mujer.
—¿A donde?
—Para dejar todo listo para tu ingreso.

Sam sigue a Susan y es dejado en.un oficina. Le entregan su horario, le toman medidas para su uniforme, al parecer esta academia deja vestir lo que quieran en la parte inferior del cuerpo porque solamente tomaron medidas del torso, y finalmente los libros que ocupará y el día de la ceremonia de entrada.
Tras eso se le entregó su carta de aceptación que debe ser firmada por sus padres o tutores.
Finalmente el joven regresa a casa.

—Ya regrese —dice sin mucha energía.
—¡Saaaaam! —grita una chica al lanzarse sobre el— ¿por qué tardaste demasiado? Te extrañé tanto.
—Solo me fui dos horas.
—Dos horas son doce en Hime.

La chica que se le había balanceado era Hime Arima, su hermana mayor además de ser la tercera de los cuatro hijos Arima.
Contaba con un cabello largo y anaranjado igual que sus ojos.
Tenia iba a cumplir sus 17 años, actual presidente del consejo estudiantil de su preparatoria y de las que tiene mejores notas en dicha institución.

—Ya que finalmente te graduarte de secundaria, ya decidiste unirte en la misma preparatoria en la que estoy. Puedo darte ciertos beneficios por ser mi hermanito.
—Dejalo que respire Hime —le llama la atención otra persona.

Otra chica, esta vez mayor, aparece detrás de Hime.

—Necesita respirar.

Era Amanda, la segunda mayor hermana que contaba con 19 años de edad.
Su cabello y ojos compartían el color morado y su cabello estaba algo ondulado además de llegarle hasta la cintura.
Actualmente estudia gastronomía porque quiere ser chef. El gusto nació cuando intentó hacerle un almuerzo a su hermano y fue practicando hasta lograr algo comestible y desde entonces quiso seguir cocinando. Desde aquel día no ha dejado que nadie más que ella cocine las comidas debido a que quería seguir practicando en crear sus propias recetas.

—Debes tener hambre, ya estoy preparando algo.
—Gracias —dice Sam mientras intenta zafarse del agarre de Hime.

Alguien abre la puerta, Hime y Sam no se habían movido de ahí, y hace que la cabeza de Sam caiga pero choca contra algo. Era una pierna, Sam mira hacia arriba y ve a Susan.

—¿Que están haciendo? Hime, suelta a Sam y no estén en la puerta.
—¡Sí!

Hime obedece de inmediato a Susan.
Susan era la mayor de los Arima, teniendo 22 y siendo la tutora de los menores tras la muerte de sus padres.
Trabajaba de en la seguridad de la academia Westbrook desde hace un año.
Contaba con un cabello largo que le llegaba hasta debajo de los hombros además de contar con unos bellos ojos azules, siendo ella la única que compartía algo con su hermano menor ya que él también tenía dicho color de ojos.

Ella simplemente siguió su camino hasta la sala de estar para finalmente quitarse sus tacones negros.

—Estas cosas me matan —se queja Susan mientras se frota los pies.
—Susan —le habla Amanda— cuando cambies de ropa me das la que traes puesta, necesito lavarla.
—Claro.

Sam y Hime se reúnen con las demás en sala de estar.

—Entonces —le decía Hime a Sam— si quieres podrías pasar el tiempo en la sala del consejo estudiantil en cualquier momento libre, si quieres puedo enviar a alguien que te busque.

Susan nota la conversación que ambos tienen y la interrumpe.

—¿Aún no les has dicho?
—No —contesta Sam— aún no he tenido la oportunidad.
—¿Decirnos que? —pregunta Amanda mientras preparaba los platos para cenar

Sam saca la carta de aceptación de la academia Westbrook.

—Me aceptaron en la academia Westbrook.