ALGO NUEVO

¿Y SI FUERA ELLA?

La academia UA siempre  ha destacado por formar grandes héroes, personas capaces y nobles que se interesan y preocupan por el bienestar de la sociedad, uno de esos aspirantes  a héroe era Izuku Midoriya, un gran chico, leal y dedicado, alguien que jamás lastimaría a nadie... ¡MENTIRA!
Si Izuku jamás lastimaría a nadie, entonces ¿por qué ella ahora lloraba por él en la oscuridad de su habitación? ¿Por qué se había ido? ¿Por qué justo cuándo aceptaba sus sentimientos hacia aquel chico, éste desaparecía de la faz de la tierra? Ochako sabía que ella no le era indiferente, lo nervioso que solía ponerse al estar cerca el uno del otro, sus lindos sonrojos que no hacían más que sonrojarla a ella también, pero lo que había dado rienda suelta a sus sentimientos fue aquella plática durante una "noche de chicos" que ella jamás debió escuchar esa noche en la  que  ella se sintió la chica más bella de todas, la población masculina de la clase 1A fue obligada a decir con qué chica  tendría una cita, ella no quería ser una Fisgona, pero cuando estuvo a punto de abandonar el lugar algo llamó su atención.

- ¿Tú con qué chica de la clase tendrías una cita Midoriya?- La  cuestión llamó la atención de la castaña, la cuál pensó detenidamente en la posible respuesta ¿Tal vez Momo? Era la fantasía de muchos en la clase ¿Mina quizás? Su físico y jovialidad eran envidiables, ¿La madurez de Tsuyu? Ochako nunca espero aquella respuesta.

- Creo que la indicada sería Uraraka - La aludida sabía que el peliverde estba sonrojado... y ella no  estaba mejor ¿Deku la había elegido a ella por sobre todas las demás de la clase?

Tan sólo recordar lo que él había dicho era un bálsamo para su roto corazón, una bandita adhesiva tratando de cubrir el maldito desierto del Sahara.
La castaña lloró aún más, tal parece que aquel recuerdo no había hecho más que empeorar todo.
Recordó a Inko llorando en el homenaje que la UA había organizado en honor a Izuku, los ojos hinchados de Aizawa y un par de pequeños jadeos testificaban que había llorado por su retoño, incluso Bakugou que intentaba hacerse el fuerte había llorado en el  hombro de Kirishima.

Hatsume buscaba como loca piezas en  su  taller, tuercas, llaves trozos de metal volaban por el lugar, necesitaba hacer todo lo posible para traerlo de vuelta, después de todo, ella era la culpable, todos decían que Midoriya estaba muerto, pero ella sabía que no era así.

Izuku despertaba con algunas  heridas superficiales, su primer pensamiento fue estaba muerto, pero no tardó en darse cuenta de la vegetación del lugar donde se encontraba.
El sol brillaba tanto que fue obligado a cerrar los ojos, pero al abrirlos no espero encontrar un rostro sumamente cerca del suyo... él la conocía, estaba seguro sus mejillas llenitas, aquel cabello castaño el cual ahora era un poco más largo.

- Uraraka... - Llamó el sonrojado peliverde, pero ella no respondió, simplemente olfateó e hizo un par de sonidos inentendibles, un par de segundos después recayó en la vestimenta de su "compañera"¿acaso estaba vestida con pieles de animales?

¿Dónde diablos estaba?

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¿Qué les parece?

La historia tratará de abordar la manera en la que Izuku conoce a diferentes Ochakos a lo largo de la historia universal ;)