2. Un gran desastre.

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Leia.

No debí subirme a su auto.

¿Es que acaso estoy loca?
Esto definitivamente es suicidio social.

— Y... cuéntame, ¿Cual es tu nombre? — Carlos rompió el silencio abrumador.

— Leia, Leia Miller.

— Es un lindo nombre, me llamo Carlos. De pequeño siempre quise cambiarlo pero mis padres... —

— Leia... — Liam por fin decidió hablar, interrumpiendo a Carlos. — Es muy original.

— Lo es, gracias.

— Te decía... — Carlos quiso seguir pero no lo dejo, yo solo me sentí mal por el.

— Me parece que nunca nos habíamos visto, ¿Cierto? Mi nombre es Liam Henderson. — Note como Carlos rodó los ojos y habló:

— El fantástico Liam, por el cual todas las chicas babean, me sorprende que tú aún no. Eso es un récord. — Bromeó. Liam le dio una mirada asesina.

Ay, si tan solo supieras.

— Bueno, tal vez... soy distinta a las demás.

— Interesante. — El dijo casi en un susurro.

— Llegamos. — Después de cuarenta minutos, por fin podré salir y respirar.

— Gracias de verdad, no tenían por qué... — Carlos me interrumpió.

— No es nada, cuando quieras nena. — Guiñó su ojo y yo solo me sonroje, Liam aún seguía observándome de pies a cabeza lo cual me ponía muy nerviosa. Decidió hablar:

— Sabes, — El pausó un momento como acomodando la oración hasta que habló de nuevo — ahora que recuerdo, mis padres salieron de viaje, regresan hasta dentro de unos días y, sería bueno que vengas a mi casa, Carlos y yo pediremos mucha comida, seguro sobra bastante... — Carlos hizo un puchero.

— Hey, yo tengo mucha hambre. — Liam volteo hacia él y le dio una mirada cansada. — Pero, considerándolo mejor, sería bueno.

— No lo sé, yo... — Pause, no sabía qué decir — Mi madre debe estar esperándome.

— No veo ningún auto, — Liam añadió. ¡Que insistente!

— Bueno, si, pero sólo un rato. ¿Está muy lejos de aquí?

— De echo... — apuntó casas atrás. — Esta a solo tres casas de la tuya.

¿Qué? ¿Como es posible que mi amor platónico viviera a unos cuantos metros de aquí y yo no lo sabía? Esto es increíble.

— Sube. — Obedecí, esto será más extraño de lo que pensé.

*

Después de una hora esperando la comida, por fin llego y comenzamos a comer. Era raro pero, Carlos era ese tipo de personas que te hacen sentir en confianza, lo conozcas o no. Con Liam era diferente, me ojeaba una que otra vez y yo no podía evitar mirarlo, es que es demasiado perfección para un solo rostro.

De la nada, una chica morena, muy linda y de cuerpo esbelto, bajo las escaleras con una pijama muy fina, casi transparente. Frotándose los ojos. Por su aspecto, diría que acaba de despertar.

— Chicos, ¿Que hora es? Y... ¿Quien es ella? — Su indiferencia era evidente. Como si no le agradara con tan solo verme.

— Ella es Leia Martínez, la conocimos en la fiesta. — Carlos dijo entusiasmado.

Volver a ti. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora