Liam.
¿Esta chica de verdad cree que me atrapó?
Estaba muy equivocada si creía que alguien como yo caería a ese nivel, solo quería ver su expresión, él como actuaría si su amor frustrado de toda la vida la besaba de esta manera.
Pero quería más, necesitaba más. Como siempre no pude controlarme, y una de mis manos se escabulló dentro de ese lindo vestido azul que llevaba puesto, rozando su intimidad.
— Por Dios, Liam, tenemos que parar. — Susurro en mi oído, estaba asustada pero también tan excitada y eso me hacía querer llevarla a la locura.
— Pensé que me deseabas, niña.
— No me digas... así, tú no... no puedes. — La respiración de ambos ya era una mierda.
— ¿Cómo? ¿Niña?
— Si... — Acaricie su intimidad sobre sus bragas, lo cual la encendió — Ah, por favor, Henderson.
Cuando ya no podía más, me separé de ella bruscamente y se desconcertó, dándome una mirada de ¿Pero que mierda?...
No debía hacer esto, y lo sabía, pero el tenerla aquí, tan lista para mi sin ningún freno, era una invitación a su lado salvaje, a sus ganas de tenerme dentro de ella y no podía rechazarla, lucia tan vulnerable frente a mi.
Se que ella deseaba más y no podía negar el hecho de que yo igual pero saber que la tenía en la palma de mi mano y que podía hacer lo que quisiera con Leia, me motivo a apartarme.
— Debes irte. — La frialdad en mi voz me sorprendió tanto como a ella. Me dio una mirada confusa.
— ¿Qué? Pero tu... —
— Solo vete, es tarde.
— ¿Que demonios, Liam?
Me acerqué a ella en pasos rápidos, sus ojos derrochaban miedo.
— Te he dicho, que te vallas, ahora. — Lagrimas inundaron sus ojos pero no las dejó caer, Leia siempre me había parecido una persona tan fuerte.
— Bien. Me voy. — Se alejo de la cocina tan rápido como llego, limpiando las lágrimas.
A la distancia pude oír a Carlos preguntar por que se iba tan temprano, salí de ahí y me encontré con una mirada de desaprobación, ahí vamos.
— Tú. — Carlos camino hacia mi en pasos lentos. — Lo hiciste de nuevo, ¿De verdad, Liam? ¿Jugarás con ella también?
— No es tu problema.
— Claro que es mi problema, hermano, se supone que nos ayudamos. — Solté una risa burlona.
— ¿Qué? Ella te gusta, ¿No es así? — Su expresión cambió a sorpresa, oh no...
— No. Y si así fuera, no te interesa.
— Oh vaya, Carlos, de verdad te gusta. Lástima...
— ¿Lástima?
— Ella es mía. — Las palabras salieron de mi boca sin siquiera pensarlo. La rabia clara en sus ojos verdes.
— No, Liam, no es tuya. No puedes solo adueñarte de las personas como si fuesen objetos. Tienes que parar.
— Mira, Carlos. — Le hice una señal para que tomara asiento, el me siguió. — Tú sabes que Leia tiene una ligera obsesión conmigo, y, digamos, que eso hace más fácil mi juego. ¿No crees?
— Pero no es un juego. Es una chica.
— Muy linda por cierto.
— Así es. — Después de un rato pensando, hablé:
— Fin de la discusión.
Me levanté y me dirigí a mi habitación, sabía que Nathalia estaría ahí, esperándome.
— Al fin.
— Creí que te irías. — La frialdad era una de mis grandes características con las chicas.
— Pues te equivocaste, ¿No me correrías así nada más por que si, cierto?
— Quizás.
— Por Dios, Liam, te he dado todo, ¿Por que me tratas así?
— Por que... — Me acerque a ella, sentada en mi cama con los brazos estirados hacia atrás, recargándose. — No eres más que una etapa para mi.
— Eres un idiota.
— Lo se. — Ella se levantó, desafiándome.
— Un imbécil.
— También sé eso.
— Arrogante, bastardo, manipulador.
— Continúa.
— Tú solo... — Lagrimas rodando por sus ruborizadas mejillas, me apunto con su dedo índice, chocando contra mi pecho. — Tú solo juegas con las personas, nunca... nunca me quisiste.
— Aún así sigues aquí. Hace un momento te pedí que te fueras, no lo hiciste, días atrás te abrí la puerta para que salieras, pero de alguna u otra forma, sigues viniendo a mi, te gusta el sexo y a mi igual ¿Qué más quieres?
— ¡Que te entregues! ¡Que seas la persona a quien pueda acudir si estoy mal, si necesito algo! — Ella lloraba sin control, dolía, pero no podía dejarla entrar a mi corazón. — Me has lastimado tanto, yo solo creí... qué tal vez reaccionarías.
— Pues no lo hice, ni lo haré. — Mi lado más descarado salió a la luz, quebrándola, cada parte de ella. — Y como ya te dije, si no te gusta, puedes irte.
— De acuerdo. — Limpio sus gruesas lágrimas y salió de la habitación, estrellando la puerta. Ah... chicas.
**********
Nota de la autora: Vaya chico... Lastimó nuestros corazones, de nuevo. Gracias por leer de cualquier forma, espero que lo hayan disfrutado.
![](https://img.wattpad.com/cover/193227330-288-k471106.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Volver a ti.
Teen FictionLeia. ¿Alguna vez te has preguntando como se sentiría que tú amor platónico esté enamorado de ti? ¿Aunque sea inalcanzable? Por que yo si. Y si no fuera por mi obsesión con Liam, jamás me lo habría imaginado. Es decir, en un pueblo pequeño todos s...