ℯ𝒾ℊ𝒽𝓉

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–¿D-donde se encuentra? —dijo Yena, con mucha lastima, rompiendo aquel incómoda noticia.

—Ven—dijo Dahyun cogiendole de la mano, yéndose a la otra parte del hospital.

Esperaron en la sala de espera. Rezando por buenas noticias. Ya era casi media noche, y seguían ahí, junto al padre de Yuri, el señor Jo.

—¿Familia Jo? —dijo la enfermera.

Los tres se levantaron rápidamente para ir hasta el lado de la enfermera.

—Jo Yuri está dormida, está estable —los tres suspiraron aliviados —, pero necesita muchísimo aire, a tenido un ataque, y es posible que este muchos dias así —comunicó la enfermera.

—¿Puede que muera? —cortó el silencio incómodo Dahyun.

—Si sus pulmones no mejoran, puede ser, es un problema de respiración, los ataques tampoco son muy Buenos si continúan, ya que ahora está más débil que nunca.

A Yena se le estaba viniendo el mundo encima, no sabía que hacer, así que decidió irse a su casa, el señor Jo se quedaba a dormir junto a su hija, pero los pensamientos no dejaban dormir. Cada vez que pensaba en ello sus ojos se ponían llorosos, cada vez más.

Eran las 4 de la mañana, y Yena aún no se había dormido, las clases comenzaban a las 7, y ya se rindió, cogió el móvil y le envió un mensaje a sihoon contándole todo, llorando, dejó más de una lágrima en la pantalla del móvil.



-♡-






Al haber ya pasado el horario de la mañana, Yena se dirigió al hospital, esperando buenas noticias.

Yuri estaba ahí, en la cama, conectada a millones de cables para que pudiese respirar, vivir, pero eso no era vida, estaba dormida, ella no se enteraba de nada.

El señor Jo se fue a su casa depués de que viniera esta, dejándolas sola.

Yena se sentó a su lado, mientras que le cogía de su hermosa mano, blanca, fina y suave, todo en ella era perfecto.

—Yuri —habló aún sabiendo que la menor no la escuchaba—, Yuri —comenzó a llorar aferrándose en la mano de la rubia—. Todo esto es culpa mía —explotó—, fui una persona demasiado cruel, si fuese por mi no estarías aquí, estarías feliz, siendo la hermosa niña que conozco, luciendo tu linda sonrisa que me ilumina cada día oscuro, pensé que te había perdido, pero tal vez esta vez te pierdo en serio —rió para calmar un poco la situación, pero no funcionó—. Te amo Jo Yuri, amo cada pedazo de tí, tu hermosa voz, tu hermosa estatura, tu hermosa sonrisa, tus hermosos ojos, tu hermoso pelo, amo lo inocente que eres, y lo sabía que eres, te amo, quiero poder decir que eres mi novia, poder besar tus labios sabiendo que va a ser lo mejor que voy a hacer en mi vida, hacerte sentir la mejor persona del mundo, hacerte feliz, cuidarte, quiero que sepas todo lo que siento por tí, te amo, porfavor, nunca te vayas, esperaré todo lo que tenga que esperar por tí, porque te amo, y nunca te dejaría ir, pegaría a todo el mundo que se burlase de tí, porque tu me complementas Jo Yuri, porque tu me haces feliz, y quiero hacerte sentir así, te amo y no me cansaré de decirlo —terminó la mayor.

Su corazón dolía, dolía ver a Yuri así, y más le doleria perderla, y no se permitía a que pasara eso.



-♡-

Había pasado ya una semana, y la menor seguía conectada a millones de aparatos que le permetian respirar, aún seguía dormida.

A Yena ya no le apetecía seguir viviendo, no sin su pequeña flor, su sonrisa, su vida misma, no podría vivir sin Jo Yuri, lo había dejado más que claro.

Al salir de la Universidad pudo ver en su móvil más de diez llamadas de parte de Dahyun, intentó no preocuparse, pero no sirvió de mucho.

Al final Dahyun le envió un mensaje, diciendo que o venía ya al hospital o si no se cagaba en todos sus muertos, y Yena hizo caso a esa amenaza.

Al entrar pudó ver a Dahyun con cara de susto, la cara blanca que tenía y los ojos rojos no le daban buenas señal a Yena.

Dahyun, sin despegar los ojos del suelo, señalo con su dedo índice hacia el pasillo que llevaba a las habitaciones, haciéndole entender que fuera al cuarto de Yuri.

Esta hizó unos pasos hasta la habitación, empezó a escuchar voces y a alguien llorando, su corazón ya se estaba rompiendo en mil pedazos.

Al abrir la puerta que no estaba del todo cerrada, vió a un montón de médicos y enfermeras en la habitación, junto al padre de Yuri, que algunos le consolaban.

Los ojos de Yena empezaron a hacerse agua, su corazón a romperse y sus piernas a dejar de funcionar.

Jo Yuri se había ido.

Y esta vez había sido para siempre.





-♡-

No me maten X2

Holis :D

Bueno, supongo que este el es final de la historia 😔

Gracias a todos los que han apoyado la historia os amo🥺🥺❤❤

A partir de ahora me pondré más al día en las otras historias así que ir a a apoyar

Bye🧡

Hasta pronto ☺🧡


















































































Os amo🧡






















































🤡

𝐈𝐍𝐍𝐎𝐂𝐄𝐍𝐓 𝐋𝐎𝐕𝐄 ; yenyulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora