C I N C O

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El resto de el desayuno se inundó en un silencio incomodo, Peter fue el primero en levantarse de la mesa, diciendo qué tenía que ir a el coleguio y se tenía qué alistar. El castaño se fue a su habitación y se cambió ropa, se colocó un sueter delgado de color gris y se arremango las mangas de éste, dejando ver su reloj de mano, luego se puso un pantalón de color negro junto a unas botas negras. Sacó su cadena de el interior de el fino chaleco y se puso en marcha. Al llegar a la sala nuevamente agarró su mochila y se acercó a la cocina, despidiéndose de todos en general y llendosé a toda prisa a la escuela.

                        💫💫💫💫

Stark estaba aburrido, además de que necesitaba distraerse. Así que, ¿qué mejor que una fiesta para despejar su mente?

- Friday, nena, hazme el favor de avisar a todos los Vengadores que hay habrá una fiesta en la torre -

El castaño esbozo una sonrisa de lado.

- Oh, pero no invites a Rogers -

- Señor, me dijo que invitara a todos los Vengadores y, si no me equivico, el Capitán Rogers también es uno -

Tony pudo notar el sarcasmo en la voz de la I.A, frunció levemente el ceño. Al fin y al cabo Friday tenía razon - Aunque no lo aceptaría ni lo diria en voz alta, claro está -

- Ash, está bien -

Hizo un pequeño puchero y siguió soldando un nuevo prototipo para la bota de su traje.

- De inmediato le avisaré a los Vengadores, señor Stark -

Aunque Viernes no tuviera forma fisica, Tony sabía perfectamente que en estos momentos estaba sonriendo de forma victoriosa al hacerlo cambiar de opinión. Sólo soltó un suspiro fruatrado y le dijo:

- Si, si, lo que digas -

💫💫💫💫

Peter dejo su mochila en el sofa y corrió rápidamente a encerrarse en su cuarto. Se lanzó a su cama y apretó fuertemente las sabanas. Tenía un moreton en su ojo derecho, otro en su mejilla un poco más pequeño y unos cunatos por su abdomen. Su labio estaba partido y un poco de sangre brotaba de su nariz.

Básicamente; todo un desastre.

Por fin, en todo el camino de la escuela a la torre, se permitió soltar todas las lágrimas retenidas. Lloro. Lloro desesperadamente, se sentía inútil, inservible.

Siguió un rato así hasta qué escucho que tocaron la puerta, no contestó, no tenía ganas de hablar con nadie. Tampoco quería que, sea cual sea la persona de el otro lado de esa puerta, lo viera en ese estado deplorable. Siguieron llamando insistentemente, pero el se negaba a contestar.

Escuchó el sonido de la puerta abrirse y, rapidamente, se cubrió con las sabanas ya arrugadas por la presión ejercida.

- ¿Pete? -

Esa voz... Es maldita voz que lo volvía loco. La voz de el hombre de sus fantasías mas perversas. Steve Rogers.

Aún estando bajo las sabanas, se podía notat el temblor en el cuerpo escondido entre estas. Rogers, al darse cuenta, se acerco - Prácticamente corriendo - hasta el menor, destapandolo.

- ¿Pe- -

Sus palabras pararon en seco a el ver el estado de el menor; sus ojos rojos e inchados de tanto llorar y su hermosa e angelical cara llena de moretones.

- Pete, ¿que paso?... -

Su voz demostraba enojo, estaba molesto, molesto por no poder proteger a Peter... A su Peter.

- Na-nada cap... -

Trato de volver a cubrirse con la manta, pero, unas fornidas y grandes manos, lo detuvieron.

- Pet... -

Maldición, ¿porque tenía que ser tan jodidamente excitante escuchar ese maldito apodo salir de sus labios?

- Peter, por favor, dime que te paso -

El castaño no soportó más y, nuevamente, rompió en lágrimas. Pero, para su sorpresa, sintió unos grandes y cálidos brazos rodearlo. Abrió los ojos como platos, pero no se separó, al contrario, se aferró más a el. Agarró la playera de Steve fuertemente y hundió su cabeza en su cuello, mojando parte de su playera y cuello.

Este sentimiento es extraño (Spidershield) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora