O C H O

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Steve apreto el botón de el elevador para que las puertas de este se abrieran, en pocos segundos ya estaban bajando hasta el piso de la fiesta. Mientras Stark quedaba plasmado en su lugar, mirando con odio y celo a Rogers, definitivamente le daría un buen golpe en la estupida cara de el rubio cuando pudiera. Pero, de momento, solo le quedaba esperar su oportunidad para poder acercarse a Peter.

El menor estaba rojo a más no poder, Steve aún no lo soltaba, al contrario, cada vez lo apegaba más a su fornido cuerpo. La verdad, le encantaba sentir el fuerte brazo de el rubio abrazandolo con posesividad.

- ¿Así qué... era yo a quien esperabas? -

Preguntó Parker con una pequeña sonrisa en la cara, enternecido. El abrazo fue perdiendo fuerza, y el brazo del rubio por fin dejo de rodear sus hombros, sintiendo inmediatamente la falta de calor.

- Si, bueno... No sabía como decírtelo -

Rasco su nuca en signo de nerviosismo, también soltando una leve risa, pero esta cesó cuándo las puertas del ascensor se abrieron. Steve dejo salir antes a Peter de la cabina metálica, en señal de caballerosidad.

Una vez salieron del ascensor, cada uno se fue por su lado, Steve con Bucky, y Peter con Thor y Bruce. Rogers de vez en cuando lanzaba miradas a el castaño, siempre que lo veía estaba sonriendo. Y a el le encantaba verlo sonreír.

Pasaron un par de minutos y las puertas de el ascensor se abrieron nuevamente, dejando ver a el organizador de la fiesta. En ese preciso instante comenzó a sonar una música suave, ideal para que las parejas se pusieran melosas y sacaran a esa personita especial, o a algún amigo, a bailar.

Tony aprovechó la instancia, acercándose a el castaño rápido, antes de que alguien tuviera la misma idea que el.

- ¿Quieres bailar, pet? -

Le extendió su mano a el nombrado, Peter juro sentir como el color carmesin lentamente subía hasta sus mejillas. Temidamente agarró la mano de el mayor.

- Se-seguro -

Sonrió tiernamente, para después ser jalado hasta el cuerpo contrario, sintiendo como el mismo colocaba una mano en su cintura y, por inercia, colocó una de sus manos sobre el hombro de Stark. Mientras la mano libre de cada uno se entrelazaba con la del contrario.

Parker se dejó guiar por las manos y pies expertos de el castaño mayor, aún con sus mejillas rojizas por la leve vergüenza del momento.

Se preguntarán: “¿Pero, qué pasa con Steve?”, esa pregunta se responde fácil, queridos lectores.
El rubio estaba viendo el baile entre Tony y su arañita junto a Bucky, su hermano de otra madre. Trató de no ponerse celoso, pero se le fue imposible al saber las intenciones que tenía Stark con el menor. Pero se limitó a hacer puños con sus manos y apretarlos.

El maldito de Tony se le había adelantado, el quería hacer lo mismo, pero los nervios a ser rechazado se lo impidieron. Era increíble el poder que poseía aquél hermoso chico sobre él, logrando que el gran Capitán América se volviera un manojo de nervios cerca de el.

Y, bueno, con Stark no era muy diferente, solo que él si sabía disimularlo, a diferencia del rubio. Peter era su mundo, su soporte, su cable a tierra. No sabría que hacer si le llegara a suceder algo a su mocoso; se sentiría perdido, ya no tendría motivo para vivir.

- ¿Estas bien, Steve? -

“Termineitor” noto la tensión en los hombro de su mejor amigo, no sabía el porqué, pero lograba hacerse una idea al ver como el mismo miraba fijamente a Tony y a el niño araña.

- Si, si, no te preocupes -

Logro despegar su vista de el par de castaños, dirijiendola, ahora, hacía Barnes. Soltando un leve suspiro.

Mientras tanto, Peter estaba muriendo de nervios y vergüenza, sentía como cada vez Stark se acercaba más y más a el; disimuladamente, pero lo hacía. Y eso lo ponía en un aprieto, no sabía con certeza sus sentimientos hacía su mentor, y estaba igual con los sentimientos hacía el atractivo capitán de los Vengadores.

Lo único que logro sacarlo de sus pensamientos, fue un aliento caliente cerca de sus labios, elevó sus ojos hasta forjar contacto visual con Tony. El cuál se encontraba indeciso sobre si besarlo o no, pero, por un demonio, de todas formas se iría al infierno. Asiqué se arriesgo, apretando firmemente la cadera del menor, junto sus labios. Peter se quedó en shock, ¿qué diablos debía hacer ahora?...

Este sentimiento es extraño (Spidershield) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora