Jamás podría olvidar aquel amarillo. Provenía de algo que me pertenecía y que nunca creí volvería a tener la posibilidad de encontrar, mucho menos a su dueño.
El aroma a café impregnaba mis sentidos. Podía cerrar los ojos y sólo con el vapor caliente que rodeaba a mis labios tener suficiente.
Mi prometido se veía esperanzado observando algunas fotografías, que además de estar esparcidas en la pequeña mesa de color caoba que nos separaba, se encontraban en sus manos.
-El blanco te hace ver muy guapo, ¿te lo he dicho?
Sonrío estirando los labios y asiento, tomando un trago más de la bebida caliente. Cerrando los ojos en el proceso, para volver a concentrarme en la sensación y el ambiente.
-Muy bien, esta es mi favorita. Tienes que elegir la tuya.- Abriendo los ojos nuevamente, bajo mi taza a la mesa y tomo la fotografía de sus manos. Nos veíamos felices.
Conocí a Jong hace dos años. Debo admitir que, de haberme planteado este final para ambos cuando lo vi en aquella librería, negaría todo. Si soy honesto, no es como si no quisiera negarlo todo ahora. Estoy lleno de dudas. Quizá por la boda, sí, quizá por eso. Los compromisos suelen levantar nuestros miedos y yo le tengo miedo a todo.
Tal vez esa sea la razón por la cual quiero casarme con este hombre. Tal vez el hecho de que sea seguro al decidir entre si hoy quiere usar azul sobre negro, tal vez porque creo que nunca llegaré a conocer a alguien que me llene completamente, porque esas cosas no existen. Tal vez por eso estoy sonriendo en la foto que veo y dije que sí.
-También me gusta esta.
-¡Amor! Ni siquiera has visto las demás.
-Ya las vi, Tae me las enseñó antes de entregártelas.
Lo veo hacerme una cara triste y me hace sonreír. Tal vez sí estoy haciendo lo correcto.
-De verdad me gusta esa.- Pongo mi codo sobre mi rodilla y acomodo mi cara en mi mano, haciéndola de lado. Sé que eso iba a hacerme ganar. -Además, hace frío. No quiero moverme. Esa es perfecta, de verdad. Tú también te ves guapo de blanco.
Jong entrecierra los ojos para finalmente sonreír.
-No puedo creer que voy a casarme con alguien que usa el coqueteo como chantaje.
-Todo coqueteo es chantaje.
-También tenemos que elegir las flores.- Lo veo sacar de su maletín varias muestras de flores encapsuladas. Con cuidado las acomoda en los espacios libres de la mesa y yo tomo este instante para volver a tomar mi taza.
Antes de cada trago, me gusta apreciar el aroma. La bebida caliente vuelve a llenar mis sentidos, mientras me dejo llevar cerrando los ojos una vez más. Tal vez una parte de mí quiere escapar y esta es la única forma que tengo para suplir esa advertencia.
Pero mis ojos se abren de pronto, al escuchar el sonido de alguien llorando. Buscando con mi cabeza en todas direcciones, intento encontrar a el causante. Mi vista queda estática cuando veo a unas cuantas mesas frente a mí, un amarillo.
Jamás podría olvidar aquel amarillo. Provenía de algo que me pertenecía y que nunca creí volvería a tener la posibilidad de encontrar, mucho menos a su dueño.
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*Corretto: La palabra corretto, viene del italiano. Se traduce literalmente como correcto o derecho. En el café, se entiende por un expresso con un toque de aguardiante, coñac, licor sambuca, u otros.
*Jong as in Lee Jong Suk, el actor.
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