Todo el pelotón se giró aterrado para observar a un Louis tembloroso y petrificado.
"¿Lou, lo conocéis?" cuestionó Dean mirándolo con un miedo profundo.
El castaño solo recobró su postura y negó con su cabeza, el pelotón tomó su posición de nuevo, listos para atacar a aquellos gules, aunque todos sabían que lo más probable es que muriesen en aquel combate ya que jamás habían sentido un poder tan fuerte y menos proviniendo de un solo Gul.
"¡Aléjate!, no queremos más muertes, dejemos esto aquí y cada quien que se vaya por su camino" dijo el comandante sacando al rizado de su trance.
Este observó de reojo a sus compañeros que tenían una postura tensa pero no agresiva, estos devolvieron la mirada al rizado y asintieron. Harry suspiró, chasqueó la lengua y simplemente observó a Louis, buscando alguna emoción en su rostro pero este seguía con su postura dura.
"Por supuesto, comandante, nos iremos" respondió con alegría aquel gul.
El pelotón entero soltó un suspiro silencioso, soltando aquella tensión, pero eso no era todo.
"Pero, no se pueden ir con algo que es mío desde que nací, estáis envenenándolo y yo no puedo permitirlo" comentó Harry, tensando la mandíbula.
Louis tembló completo, tomó del brazo a Dean girándolo para que quedasen frente a frente, el más pequeño frunció el ceño.
"Gracias por todo, siempre fuiste y serás lo mejor que he tenido." susurró Louis con un tono lastimero y aterrado.
Dean palideció e iba a responderle algo tranquilizador pero aquel Gul soltó un gruñido que le hizo temblar el alma, entendía el miedo del mayor iban a morir y él lo sabía.
"¡Atacad!." gritó con la voz rota el comandante.
El pelotón tomó sus armas y comenzaron el ataque, la primera formación que su función es proteger prosiguió a desenfundar sus armas encantadas que eran enormes escudos y ligeras ballestas finas, la segunda línea tenía pesadas y bruscas armas punzo-cortantes puestos en posición de ataque, listos para saltar sobre los escudos mágicos y asesinar, la siguiente fila poseía hermosos arcos largos y delicados, ellos sostenían las flechas entre sus dedos sin apartar la mirada de su objetivo y por último estaban los jóvenes sin armas encantadas que solo estaban de apoyo en caso de que la primera fila fuese dañada.
Los sargentos con armas encantadas empezaron a atacar al rizado, y en un parpadear ya no estaba allí, solo estaba el grupo de gules pero muy lejos de la zona de ataque y solo los observaron con burla.
"¡CUIDADO!" chilló Dean al ver como el rizado aparecía y tomaba entre sus brazos a Louis.
El castaño no tuvo tiempo ni de responder cuando sintió el cuerpo de Harry alrededor de él, vio un agujero oscuro abriéndose debajo de sus botas y como un suspiro desapareció Dean y todo el pelotón menos el rizado , así que decidió cerrar sus ojos para poder rezar por su vida así tal vez sentiría la muerte más tranquila.
"Ouvre les yeux, petit. [abre los ojos, pequeño]" murmuró Harry con una voz ronca y pacífica.
Louis no entendía bien pero los abrió y lo primero que pudo ver fue al gul extendiéndole su mano sobre un campo de flores coloridas, aquella imagen parecía totalmente irreal para el menor, caminó y sus botas le hicieron tropezar un poco, al llegar con el rizado bajó su mano y frunció el ceño.
"Harry, ¿que hacemos aquí?, ¿donde están los demás?" Cuestionó ansioso y con el miedo punzando en su cuerpo.
"Estamos justo donde nos conocimos solo que, sin edificios ni coches, ¿no lo recuerdas?" Contestó el rizado poniendo toda su atención en el chico.
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Infernum. (Larry Stylinson)
Ciencia FicciónLouis percibe el fin del mundo, la humanidad se extingue, pero otro tipo de humanos nace. Harry es súper humano fuerte e implacable; Louis es humano y débil. Hay odio entre razas, pero el destino es más fuerte que ello ¿estarán listos para romper l...