Cap4 "no soy nadie"

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_Un adolecente de catorse años, cabello azabache, pelaje amarillo y ojos disparejos se levanto temprano por primera vez en su vida... y no le gusto nada.

_-Unas horas más...- gruño Mikellino sin levantarse ni habrir los ojos. -Hoy es lunes, cachorro, deves ir a la escuela~- le contestó su padre sentado junto a él resaltando la ultima palabra.

_El adolecente se levanto de la cama de un salto tirando a su padre al suelo -¡¡¡LA ESCUELA!!!- grito para luego empujar afuera de su cuarto al furri mayor. Lo tiran de la cama, lo dejan sordo y despues le hechan... encerio, pobre Mike.

_Mientras, Mikellino se estaba vistiendo, peinando, higuienisando y maquillando todo al mismo tiempo y a maxima velozidad. Termino unos... siete segundos despues y bajo corriendo las escaleras, hasta que a medio camino se le fue la adrenalina. "Siento... que mi cama me esta llamando..." penso con pereza para terminar bajando las escaleras al comedor más dormido que despierto.

_Cuando alfin llego sus padres le sirvieron el desayuno, sus comidas favoritas, mientras le davan mil recomendaciones. El chico intentaba ponerles atención y al mismo tiempo no dormirse sobre su plato de galletas.

_Para cuando terminaron el desayuno, Mikellino se puso nuevamente su cubrebocas y se dirijio a la puerta acompañado de sus padres y veinte guarda espaldas armados. Tal vez Mike y Trolli exagerasen un poco, pero les daba igual. La comitiba subío a una limusina celeste diamante y se fueron con destino a la (obiamente publica, ya que si no Mikellino no podría entrar con esa ropa) secundaría "Compas unidos".

(...)

_Llegaron un rato despues. Antes de bajar Mikellino se acomodo sus lentes falsos y la capucha. Para así, ya listo, despues de que sus guarda espaldas le habrieron la puerta, dirijirse a su nueva escuela como si fuese lo más normal del mundo que veinte hombres uniformados te acompañasen hasta tu curso... bueno, para él era normal.

_El chico caminaba por los vasios pasillos de la institución sin parar de mirar todo, estaba maravillado. Habian llegado un poco más tarde aproposito ya que los directivos les aclararon que al llegar alguien nuevo a mitad de año se lo presentaba a sus compañeros cuando ya estubiesen todos, eso lo ponía algo nervioso. No por tener que hablar frente a tanta gente, ni por tener que mentir y finguir ser alguien más; eso lo hacía todo el tiempo en sus entravistas; si no por tener que soportar las miradas de los demas sobre él. Eso siempre lo hacía palidecer del miedo.

_Sintío un llamado a su espalda -joven Mikellino, este es su curso- dijo el guarda número 16 señalando una puerta, él chico solo sonrrío nervioso bajo el cubrebocas. Se había metido tanto en sus pensamientos que se pasó de su aula, se sentía tan avergonsado. Más que nada porque sus guardias lo veían como un niñito despistado, ingenuo, fragil e indefenso, y la situación en que estaba no le ayudaba a cambiar ese hecho.

_Otro de sus guardas lo tomo del hombro y lo gió con cuidado a la puerta, como si no pudiese hacerlo él solo.
-Debe esperar a que el preseptor lo anuncíe ¿Entendido?- explicó otro guarda como si le estubiese enceñando que 1+1 es 2 a un niño de cuatro años. El adolecente solo asintío resignado mirando al suelo.

(...)

_La mayoría de los guardas se habían retirado, no sin antes hacer una reverencía ante el chico, dejando a Mikellino acompañado solo por tres de ellos. Desde adentro de la sala se escucho una voz femenina que le explicaba a sus alumnos sobre su nuevo compañero. El furri se sentó en el suelo bajo la mirada protectora de sus guardas, mientras solo escuchaba hablar a su, a partir de ahora, preceptora...

#HDLC {Compas}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora