prólogo.

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El día empezaba remotamente normal, el chico pelinegro acababa de despertar de un sueño encantador.

Abrió los ojos tratando de acostumbrar estos a la luz que pasaba por la ventana levemente abierta,viento entraba por está provocando movimiento en las cortinas blancas que la decoraban.

Fijo su vista en el reloj de mesa que estaba a su lado, todavía era temprano como para ir a la universidad, podría ducharse y cambiarse sin tener que estar forzandose a tomar sus cosas y salir disparado de su hogar.

Se levantó con total pereza de la suave y cómoda cama dejando sus pies sobre el tapete que tenia al lado derecho de la misma, se colocó sus pantuflas grises estirándose,hace un tiempo que no dormía bien,los exámenes y informes que le dejaban los maestros provocaba que con suerte tuviera tiempo para descansar su mente.

Se dirigió a la cocina de su apartamento para servir su desayuno.

No se iba a molestar en preparar una comida espectacular,un café con tostadas de mermelada sería suficiente para calmar su apetito por un rato.

Dejó los platos y utensilios que utilizó dispuesto a tomar una ducha, seco su cabello alborotado con la toalla y dirigirse a su habitación.

Se secó,cambió,peinó,y todo lo que tuviera que ver con su higiene personal.

Tomó su mochila para arreglar esta,guardo todo lo que la universidad le pedía que llevará,desconecto su computador inalambrico y lo guardo verificando la batería y que llevará el cargador de esta para sobrevivir al pesado día que llegaba.

Llevaba sólo un cuaderno para tomar apuntes y tal vez dibujar o hacer garabatos en este cuando los profesores no venían o llegaban tarde.

Salió de su apartamento dejando este con llave, la ultima vez que lo dejó sin Está por olvidadizo no volvió a ver su televisión.

Caminaba a paso lento, aunque odiara levantarse temprano para poder satisfacer lo que la sociedad le forzaba a hacer, los árboles y naturaleza que había en su barrio era encantador,las mismas personas que se hospedaban en el edifício se encargaban de regar y mantener límpia la zona.

Respiró suavemente el aroma que el jardín desprendía, dejando que su mente se relajara con tan embriagante olor.

[...]

Su universidad era demasiado grande, incluso más de lo que los estudiantes necesitaban, tenía absolutamente de todo.

Desde piscina, canchas de múltiples deportes, comedores de sobra,jardínes y demás plantas lo complementaban todo.

"Aquí vamos de nuevo"

Rió al recordar el meme que se estaba haciendo muy popular hace un tiempo,entró con la intensión de llegar a su salón, a pesar de ser temprano, ya habían bastantes estudiantes en el edifício.

Su salón estaba casi vacío.

Habían sólo tres personas en este, uno dormía en el asiento míentras otras dos chicas conversaban animadas en los últimos asientos.

Tomó uno de los primeros puestos en el aula y se sentó organizando lo que llevaba,miró el reloj de su celular sorprendiendose.

Quedaba tiempo Hasta para recorrer todo el establecimiento.

Salió dejando todas sus cosas bien guardadas,sus compañeros de salón no eran los que se destacaban por robar o ser revoltosos,inclusive, eran bastantes conocidos por ser uno de los cursos más ejemplares,ningúno tenía notas insuficientes,así que también en notas eran destacables,así que no tenía por que desconfiar,mejor prevenir que lamentar supongamos.

Ordenó su bufanda azul al salir, al ser invierno la temperatura bajaba drásticamente, más si era de madrugada todavía.

Caminó pisos arriba para llegar a la terraza,desde ahí se podía ver la universidad con claridad,se acercó al balcón para apreciar la vista.

Se sorprendió al notar la llegada de cierto chico peculiar.

Este tenía un hermoso cabello castaño que destacaba, una duda se género a ver el cubre voca que portaba.

Tal vez sólo es esa moda asiática de los cubre vocas.

El chico pasó de largo hacía la otra puerta de la terraza,pudo notar como un llavero se caía de su bolsillo,rápidamente corrió para recoger este y entregárselo al chico castaño.

Siguió el camino que había recorrido ese contrarío viéndolo en el pasillo.

Se acercó a este y tocó su hombro.

Se volteo viendo a quíen estaba tratando de llamar su atención con una mirada penetrante.

Nuestro querido chico de ojos violetas oscuro quedó embobado por la mirada de su acompañante,se quedó mirando hacia arriba para poder ver al chico,ya que,este tenía una altura considerable al lado del pequeño pelinegro.

-----Hay algo en el que pueda ayudarte?----la voz de chico de ojos avellanas provocó unos escalofríos en su espalda,su voz mostraba interés,sin embargo su mirada demostraba que el realidad no estaba tan interesado.

---Y-Yo estaba,este,yo quería...----

Todavía no había salido del trance que le provocó el castaño,no estaba tan consciente como para decir algo coherente.----Si?----

----Y-yo venía a devolverte esto,vi que se te callo arriba y p-pense en devolvertelo----sus nervios por fin le dejaron articular palabra alguna extendiendo el llavero que recogió.

---Oh, muchas gracias,no me di cuenta que no lo tenía---tomó este rozando sus dedos con la mano pálida del menor de estatura.

Se sonrojo por el tacto ocultando su rostro en la bufanda que traía.

---Bueno gracias,tengo que llegar a mi salón a buscar unas cosas así que,supongo que adiós y gracias de nuevo---aunque portará una mirada fría,sentía bastante ternura del chico de ojos violeta,y su altura tampoco ayudaba en mucho,quedando como un tierno niño sonrojado.

---E-eh?! Si! No me agradezcan no fue nada--- si así se veía tierno,con la pequeña risa que se mostró en su rostro se veía como un completo ángel.

Agradeció a todas las deidades que conocía por llevar un cubre vocas tapando el sonrojo que el menor había provocado.

---B-bueno,fue un placer adiós! ---el menor se despidió con una seña de manos.

Cor suerte tubó tiempo de despedirse cuando el pelinegro desapareció.

¿Quien era ese chico tan adorable y tierno?

CUBRE BOCA//Duxino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora