Bajo el Hechizo

— Ya casi llegamos Harry — Ron arrastraba al jefe de Aurores por un largo pasillo dentro de ministerio de magia — Estarás bien, él sabrá qué hacer.

— Ron... no aguanto más... — Harry jadeaba; estaba afirmado con el brazo alrededor del cuello de Ron, evitando con mucha dificultad caerse al suelo.

— Espera, por favor aguanta — Ron alcanzó con su mano la puerta en medio del pasillo y abrió sin golpear.

— ¿Qué es esto? — Habló fuerte Draco al sentir la puerta abrirse bruscamente, pero guardo silencio cuándo vio a Ron Weasley con Harry Potter colgando de su cuello y evidentemente maltrecho — ¿Qué sucedió? — Se acercó perturbado.

— Lo hechizaron — Dijo Ron mientras seguía entrando en la oscura habitación llena de frascos, esencias y especies — Seguíamos a los magos de Berks, pero nos descubrieron cuándo lo hacíamos y nos lanzaron un hechizo, Harry se interpuso entre ellos y nosotros, al principio estuvo bien, peleamos sin problemas, pero después de derrotarlos y arrestarlos, Harry comenzó a sentirse mal.

— ¿Por qué no lo llevaron con Granger? — Preguntó Draco confundido — Yo no hago contra hechizos, lo sabes.

— Hermione ya lo revisó y me dijo que no puede hacer nada por él, dijo que solo tú podrías ayudarlo — Ron hablaba mientras colocaba a Harry recostado en el futón de la oficina de Draco — Así que te lo traje.

— Pero... entiendo que soy un mago extraordinario, pero yo no hago estos trabajos, Granger también lo sabe — Draco parecía evidentemente molesto.

— Por... favor... — Harry le había agarrado con dificultad su bata, con voz cortada y agitada — Ayúdame... — Tenía las mejillas completamente coloradas y las pupilas dilatadas.

Draco se estremeció ante la mirada suplicante de Harry.

— Por Merlín... — Se sonrojó de pronto, miró la expresión de Harry, se sorprendió y se llevó la mano a la boca — Ya sé qué tipo de hechizo le lanzaron...

— Entonces ¿Puedes ayudarlo? — Ron se veía aliviado — Cuando Mione me dijo que ella no podía ayudarlo, creí que nadie podría, pero me dijo que tú si podías, ella tenía razón, bueno siempre la tiene. No le digas que dije eso. En fin, es por esto que ella confía en ti — Sonreía mientras se acercaba a la puerta — Bueno, entonces lo dejo a tu cargo.

— ¿Qué? — Draco estaba aturdido de tantas palabras juntas y rápidas de Weasley que se demoró en tratar de detenerlo — No puedes dejarlo aquí — Dijo dando un paso hacia él.

— Pero dijiste que sabías el hechizo y yo la verdad es que estoy muy cansado por la misión que tuvimos.

— Sí se que hechizo es, pero no puedo... — No alcanzó a terminar la frase.

Ron ya tenía abierta la puerta de la oficina.

— Entonces te lo dejo, gracias hurón — Dijo antes de desaparecer tras el umbral; dejando a Draco parado al lado de un Harry indefenso en su sillón.

— Pero... — Draco quiso ir tras de él, pero Harry otra vez lo tomaba de la bata.

— Ayúdame...

Draco lo miró sorprendido y horrorizado.

— Sabes qué tipo de hechizo es ¿Cierto? — Se agachó frente a él mirándolo fijamente a los ojos — Tienes que saberlo.

— Lo sospecho... — Dijo casi sin aliento.

— Entonces sabes que no hay contra hechizo y cuál es la única manera de aliviarlo ¿Correcto? — Draco no dejaba de lucir ansioso y confundido.